Taiwán ha alcanzado un cuarto de siglo de libertad, según su calificación de “libre” en el último informe Libertad en el Mundo publicado el 9 de marzo por la organización no gubernamental estadounidense Freedom House.
Con una puntuación global de 94 sobre 100, la misma que el año pasado, Taiwán ocupa el segundo lugar de Asia. Japón, con 96, obtuvo la puntuación más alta; Corea del Sur, 83, como “libre”; seguida de Singapur, 47, como “parcialmente libre”, y Hong Kong, 42, como «parcialmente libre».
Finlandia, Noruega y Suecia empataron en el primer puesto con una puntuación perfecta de 100, Nueva Zelanda fue segunda con 99, mientras que Canadá terminó tercera con 98. Sudán del Sur, Siria y Tíbet obtuvieron 1, la puntuación más baja.
De los 7.900 millones de habitantes del planeta incluidos en el informe, el 20 por ciento fueron calificados como “libres”, el 41 por ciento como “parcialmente libres” y el resto como “no libres”.
Según Freedom House, Taiwán obtuvo una puntuación de 38 sobre 40 en derechos políticos gracias a sus buenos resultados en las subcategorías de proceso electoral, pluralismo político y participación, y funcionamiento gubernamental.
Según el informe, el vibrante y competitivo sistema democrático de Taiwán ha permitido transferencias de poder pacíficas y regulares desde el año 2000, y la protección de las libertades civiles es, en general, sólida.
El jefe de Gobierno, la máxima autoridad nacional y los representantes legislativos de Taiwán son elegidos en elecciones libres, y las leyes y el marco electoral se aplican de forma justa e imparcial, según Freedom House.
Además, su población tiene derecho a organizarse en diferentes partidos políticos y la oposición tiene posibilidades realistas de aumentar su apoyo a través de las elecciones, afirmó Freedom House. Diversos segmentos de la sociedad, entre ellos, grupos étnicos, raciales, religiosos, de género y otros, gozan de plenos derechos políticos y oportunidades electorales.
La puntuación de 56 sobre 60 de Taiwán en libertades civiles se basó en la evidente libertad de expresión y religión, los derechos de asociación y organización, el Estado de derecho y la autonomía personal y los derechos individuales.