Hay escasez mundial de insumos contra flagelo y muertos ascienden a 636
Miles de chinos expresaron furia y protesta en las redes sociales por la muerte del médico Li Wenliang, uno de los primeros que el pasado 30 de diciembre del 2019 había alertado sobre el surgimiento del coronavirus, pero fue reprendido y amenazado por la policía del régimen chino para que dejara de hablar sobre la nueva enfermedad, que a la fecha ha causado 636 muertos y más de 30.000 infectados en China.
Pero mes y medio después Lí se contagió y entró en cuarentena, pero el jueves falleció luego de confusiones y desmentidos hasta que finalmente las autoridades admitieron su deceso, produciéndose seguidamente en las redes sociales manifestaciones de furia, enojo y protesta, dando lugar a que el viernes las autoridades chinas anuncien la apertura de una investigación.
“No lo dejaron hablar, no lo dejaron siquiera morir”, escribió una persona en la popular aplicación de mensaje WeChat al comentar una nota que circuló por los medios en la que se prohibía la cobertura de la muerte de Li. Otros usuarios recordaron una frase que dijo Li en una entrevista que alcanzó a dar el viernes pasado en el hospital de Wuhan: “Una sociedad sana no puede tener una sola voz«.
Li tenía un hijo de 5 años y su esposa está embarazada. Sus ancianos padres ni siquiera pudieron despedirse de él. “Durante su tratamiento en un área aislada del hospital, no nos permitieron siquiera verlo una vez”, se lamentó su madre. ante el medio independiente Pear, uno de los que pudo vencer la censura de los medios oficiales.
ESCASEZ
De otro lado, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció que la cantidad de mascarillas de protección en el planeta es insuficiente y adelantó que hablará con los responsables de la cadena de suministro para tratar de resolver los “obstáculos” en la producción.