Un ataque armado en la asociación agropecuaria Súmac Pacha dejó sin vida a un reconocido ganadero, mientras las autoridades barajan la hipótesis de un crimen relacionado con extorsión.
Un trágico episodio de violencia conmocionó al distrito de Lurín, al sur de Lima, donde un ganadero fue asesinado a balazos por dos sujetos a bordo de una motocicleta. El hecho ocurrió en la asociación agropecuaria Súmac Pacha, dejando a la comunidad sumida en el temor y la incertidumbre.
La víctima, un conocido productor con más de una década dedicada a la ganadería en la zona, fue interceptada en plena vía pública. Testigos afirman que los atacantes actuaron de manera directa y sin mediar palabra antes de abrir fuego contra el hombre. “Los sujetos le dispararon sin ningún intercambio previo”, señaló un representante de la Municipalidad de Lurín.
Las primeras indagaciones policiales apuntan a un posible caso de extorsión como móvil del crimen. Fuentes cercanas a la investigación indican que el ganadero podría haber recibido amenazas relacionadas con el cobro de cupos, una práctica delictiva que afecta a empresarios y comerciantes. Sin embargo, las autoridades han preferido no descartar otras líneas de investigación hasta tener mayores certezas.
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Tras el ataque, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) acudieron rápidamente al lugar para acordonar la zona y garantizar la preservación de posibles evidencias. La escena del crimen fue entregada al Ministerio Público, cuyos representantes iniciaron las diligencias para esclarecer los detalles del homicidio y dar con los responsables.
Este violento incidente ha generado preocupación en la comunidad local y reavivado el debate sobre la seguridad en el distrito. Según el Índice Global de Crimen Organizado, Perú ocupa un preocupante lugar en la lista de países con mayores índices de criminalidad en Sudamérica, lo que resalta la necesidad de implementar medidas más efectivas contra el crimen organizado.
Los vecinos de la asociación agropecuaria describieron a la víctima como un hombre trabajador y respetado, cuyo aporte económico beneficiaba a toda la comunidad. “Era una persona ejemplar en su labor, con más de diez años dedicados al sector ganadero”, comentó uno de los residentes.
El caso subraya los desafíos que enfrentan quienes trabajan en sectores vulnerables ante la delincuencia. Mientras la familia del ganadero exige justicia, la atención se centra en el avance de las investigaciones, que buscan esclarecer los motivos y dar con los culpables de este lamentable crimen.