La alta tasa de informalidad laboral en el Perú genera que se marque aún más las brechas sociales, de género, raza o se disminuya la calidad de vida, así lo explica la licenciada Giovana Larco, presidenta ejecutiva del Programa Laboral de Desarrollo (Plades).
¿Cuánto falta en el Perú para alcanzar un estándar de trabajo decente?
“Hay bastantes brechas, por cumplir según señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La falta de contratos de trabajo, personas que viven en el día afecta los derechos fundamentales en materia laboral. Además la tasa de sindicalización en el Perú es la más baja de América Latina, solo 5%”.
¿Aún es grande la discriminación de género o raza?
“Los estudios han establecido que las mujeres ganan 30% menos que los hombres. Además está el tema del trabajo infantil que va ligado a la trata de personas, esto es mucho más arraigado en zonas alejadas donde existe la minería informal o tala discriminada de árboles, donde el tema pasa a ser ilegal, es decir allí ya hablamos de delito”.
¿La falta de trabajo decente repercute en la salud pública?
“Definitivamente, porque el trabajo decente incluye la protección social y en la protección social uno de los indicadores más importantes es la Salud. Entonces no hay, un trabajo protegido de calidad, sino hay cobertura de salud”.
¿Esto incluye a EsSalud?
“El problema que estamos teniendo en el Perú hoy es bastante serio, es que las prestaciones del seguro social están colapsadas. Todos los decretos que están debatiendo para reducir los aportes a EsSalud son bastante serios porque hacen reducir la calidad del empleo”.
¿Hace falta una política de negociación colectiva para fomentar el empleo decente?
“Si, porque en el Estado lo que se reglamenta por ley es el mínimo, pero siempre hay que promover que las partes puedan negociar y participar de manera más equitativa en los beneficios que se obtiene de las actividades económicas donde participa. Eso se consigue a través de la negociación colectiva”.