Actriz confiesa que ella es su mayor crítica
Por: Mónica Ancajima Otero
A casi un mes de su estreno, la película peruana “Muerto de risa” sigue dando de qué hablar y es que solo en nuestro país ha conseguido más de 100 mil espectadores. La cinta, escrita y dirigida por Gonzalo Ladines, aún se proyecta en diversas salas de cine a nivel nacional y se prepara para llegar a la sede de Casa de América, en Madrid, el próximo 1 de febrero.
La Razón conversó con la actriz Gisela Ponce de León, una de las protagonistas de la película junto a César Ritter, ella comparte sus reflexiones sobre la actuación, sus sueños y la experiencia única de dar vida a Alfonsina en «Muerto de risa».
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¿Qué significa la actuación en tu vida?
Es mi vida, es donde he hecho la mayoría de mis amigos, donde he ocupado la mayor cantidad de mi tiempo. Es mi pasión, la ocupación que más me hace sentir cómoda, feliz y libre.
Si no fueras actriz, ¿a qué te dedicarías?
Me hubiese gustado estudiar psicología o educación inicial, también tener algún albergue de perros, rescatar animales.
Se dice que eres tímida, ¿sientes que la actuación te permite mostrar una versión diferente de cómo eres?
Sí, conocer gente nueva que no sea de mi medio me pone muy nerviosa, pero definitivamente la actuación me ha dado herramientas para hablar frente a los demás. Puedo hacerme la sociable un rato, pero la pila se me acaba rápido. Siento que ahora puedo dar la impresión de que soy extrovertida, es como si hubiera una personalidad mía que sale y que hasta a mí me sorprende porque no paro de hablar o hacer bromas, luego me canso y me escapo.
Hablas de herramientas que has adquirido, ¿cuál de estas es la que más te ha funcionado?
Utilizar mi sentido del humor sin que me dé vergüenza para romper el hielo, conversar, hacer preguntas. Quizá el claun me ha servido para perder esa vergüenza y jugar con mayor libertad, pero en general la actuación te hace perder el miedo y perder la conciencia de la mirada del otro.
Sobre la película, “Muerto de risa”, ¿cuál fue el proceso de preparación para ese personaje?
El personaje llegó a mí el 2017, desde ese momento ya conozco cómo habla, su energía, tuve tiempo para pensar y analizarlo. En cuanto a su ocupación de stand up, leí libros de técnicas, llevé un taller con Walter Chullo y vi a muchos comediantes stand up en internet. Alfonsina es una chica que se burla de ella misma desde un lugar no muy luminoso que le funciona de alguna forma. Es una comedia que no es tanto para hacer reír al público, sino para no ser muy amable con ella misma. Por otro lado, Gonzalo es un director que se preocupa mucho por dar tiempo para ensayar.
¿Te dejó alguna enseñanza realizar esta película?
Sí, que cuando le das la mano a alguien y lo ayudas, terminas ayudándote a ti mismo. Y también que, si estás en capacidad de dar consejos, puedes ponerlos en práctica.
¿Crees que la comedia puede ser una herramienta importante para abordar temas profundos?
Sí, totalmente, eso de que entre broma y broma la verdad se asoma; es cierto. La comedia es un buen vehículo como para decir verdades sin que sean tan directas, sobre cualquier tema sobre, cualquier índole. Y sí hace reflexionar.
¿Cómo manejas el hate en redes sociales?
A veces muy bien, otras muy mal. Creo que es un aprendizaje respecto al ego del artista, sería mentirte al decir que no nos importa la opinión del público, porque finalmente estás actuando para ellos. Siempre hay cosas para corregir y mejorar el trabajo, soy muy consciente de eso, pero me considero una persona entrenada para las críticas porque soy mi mayor crítica, tal vez por eso no necesito una avalancha de ellas.
¿Alguna vez has pensado en dejar la actuación a raíz de las críticas?
No, no necesariamente a raíz de las críticas. Llevo tanto tiempo trabajando tan seguido que sí me gustaría, o sea, lo ideal sería como lo hacen tantos artistas en el mundo, darse un descanso para desintoxicarse del medio y tener más vivencias, vivir un poco fuera de la ficción, pero al mismo tiempo esa realidad no es posible porque hay que trabajar, cuentas por pagar. Claro que hay otras cosas que me van interesando en el camino, pero cuando tengo tiempos libres no porque yo quiera, sino porque a veces no hay trabajo. Hasta cierto momento lo agradezco y luego extraño mucho trabajar y actuar. Esto que ocurre en las redes sociales en donde alguien simplemente repite algo, se siente feo, pero creo que sería injusto conmigo guiarme de eso y quizá sea egocéntrico de mi parte, retirarme de la actuación, de un trabajo en el que llevo tantos años porque hay gente que habla en redes sociales. Sería como traicionarme.
¿Cómo afrontas los problemas?
Cada vez mejor, tal vez porque ya tengo 38 años y una madurez adquirida en varias cosas. Con mucha calma, con alta empatía no solo por lo demás, sino por mí.
¿Tienes algún sueño por cumplir?
Sí, hay algunos personajes que me gustaría hacer. Me encantaría una carrera internacional, no necesariamente dedicarme a desarrollar la carrera como tal, pero sí me gustaría hacer algo afuera, una serie o película. También escribo, entonces estoy revisando lo que escribo y sí considero que es lo suficientemente bueno como para publicarlo, pero no lo haría con mi nombre, eso me da un poco de vergüenza. Siempre me ha gustado mucho cantar, entonces me gustaría componer.
¿Qué consejo le darías a quienes están interesados en iniciar en la actuación, pero consideran que el ser tímido los podría limitar?
Todo es una práctica, como bailar, hacer ejercicio o manejar. ¿Cómo afinas tus talentos o cualidades? Con la disciplina y la práctica, se puede ser muy tímido y ser un excelente actor que te permite hacer cosas que nunca imaginaste. La cosa está en intentar, no marearte con la idea del éxito, no de ser reconocido y ser humilde, el trabajo uno lo aprende rápido.
Una invitación a los lectores de La Razón para que vayan a ver “Muerto de risa”
Un beso a toda la gente de La Razón. Gracias por apoyar nuestra película y los invitamos a ver “Muerto de risa”. Es una historia que divierte y conmueve al mismo tiempo, vale la pena verla.
