Para luchar contra la criminalidad
El presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, se refirió a la propuesta lanzada por el titular del Poder Judicial, Javier Arévalo, quien planteó la posibilidad de que el Perú debería aplicar la misma estrategia que lidera el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, en contra de las bandas criminales.
“El Salvador es el país que menos delincuencia tiene en América Latina y esa es una realidad. El Perú tiene su propia política de seguridad pública. Hemos pedido facultades legislativas al Congreso para enfrentar (la delincuencia)”, dijo el premier tras su presentación en el marco de la Semana Climática 2023.
“Pretendemos modificar cerca de 50 normas, para hacer a la Policía más eficiente para poder atender a los ciudadanos. El gobierno de la presidente Dina Boluarte quiere promover este tipo de Policía más cercana a la población, a las comunidades y a los barrios y en eso estamos trabajando”, agregó ante la prensa.
El primer ministro señaló que las acciones emprendidas en El Salvador para combatir las pandillas demostraron eficacia. «La lucha contra las pandillas organizadas ha sido eficiente, pero a nosotros nos preocupa la agenda del Perú», anotó.
Ante la consulta sobre la posibilidad de que el Gobierno de Dina Boluarte adopte las mismas medidas de Bukele, Alberto Otárola respondió: “Ciertamente se podría”.
El presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, sostuvo este lunes que el Perú podría tomar como ejemplo la experiencia de El Salvador para disminuir la tasa de homicidios a causa de la criminalidad organizada.
«Hay países que están teniendo éxito en la lucha contra la criminalidad, un ejemplo de ellos es El Salvador; entonces, ¿por qué no podemos tomar algo de sus experiencias para ver cómo las adaptamos a la experiencia peruana?», deslizó Arévalo.
Como se recuerda, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es considerado el mandatario más popular de América Latina, por implementar efectivas políticas extremas de seguridad.
La Administración de Bukele ha emprendido una guerra sin cuartel contra los pandilleros, bajo la medida de un régimen de excepción, capturando más de 72,000 delincuentes.
