Taiwán informó haber detectado 15 buques de la armada china
Pekín ha intensificado su retórica y acciones militares en torno a Taiwán con un despliegue impresionante de aviones y buques de guerra. En una serie de simulacros llevados a cabo recientemente, las fuerzas chinas han utilizado aviones que portaban misiles reales y han practicado ataques simulados contra objetivos militares, mientras que su marina ensayaba un bloqueo naval. Estas acciones forman parte de una demostración de fuerza que ha resonado tanto dentro de China como en la comunidad internacional.
En el distrito financiero de Pekín, conocido como CBD, se pudo observar durante todo el jueves en pantallas gigantes videos de aviones de combate y buques de guerra rodeando Taiwán. También se mostró un mapa en la televisión pública señalando cinco puntos alrededor de la isla donde el ejército chino estaba ejecutando el asedio. Este despliegue mediático no se limitó a la capital política; en Shanghai, una ciudad clave para la economía china, se proyectaron en pantallas comerciales simulaciones de ataques con misiles a Taiwán, intercalados con anuncios de moda.
La propaganda bélica que inundó las principales ciudades de China parecía tener un propósito claro: enviar un mensaje inequívoco tanto a nivel interno como externo. «Si nos lo propusiéramos de verdad, en pocas horas podríamos bloquear Taiwán, cortar toda la entrada de suministros y obligar a sus autoridades a cumplir los deseos del pueblo chino», declaró un funcionario del Ministerio de Exteriores chino. Este tipo de declaraciones resuenan con fuerza entre los seguidores nacionalistas que ansían ver la reunificación con Taiwán, una promesa eterna del gobierno chino.
El simulacro militar incluyó, por primera vez, demostraciones de fuerza sobre las islas periféricas controladas por Taipei, como Matsu y Kinmen, que están más cerca de China continental. Estos ejercicios ocurrieron poco después de la toma de posesión del nuevo presidente de Taiwán, el separatista Lai Ching-te. Pekín, en respuesta a este evento, intensificó sus maniobras militares en el estrecho de Taiwán, mostrando su capacidad para presionar al nuevo liderazgo taiwanés.
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Diseñados para rodear Taiwán tanto por el este como por el oeste, estos ejercicios demostraron la capacidad del ejército chino para atacar desde todas las direcciones sin dejar ningún punto ciego. Tong Zhen, investigador de la Academia de Ciencias Militares del EPL, explicó que estos simulacros crean una situación en la que la isla queda completamente inmovilizada.
El Comando del Teatro del Este del EPL, responsable del estrecho de Taiwán, dirigió estos juegos de guerra. Además de la fuerza naval y aérea, también participó la Fuerza de Cohetes, equipada con misiles balísticos de corto y mediano alcance, como el hipersónico Dongfeng-17. Estos misiles, capaces de maniobrar a cinco veces la velocidad del sonido, son difíciles de detectar y contrarrestar por los sistemas de defensa antimisiles.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó haber detectado 15 buques de la armada china, 16 de la guardia costera y 49 aviones de combate, de los cuales 35 cruzaron la línea media que separa ambos territorios, acercándose peligrosamente a 24 millas náuticas de la costa taiwanesa.
El segundo día de ejercicios se centró en probar la capacidad del ejército chino para tomar y ocupar áreas clave, realizando ataques simulados contra buques extranjeros en el canal de Bashi, una importante ruta comercial marítima entre Taiwán y Filipinas. Analistas militares del EPL, entrevistados por el diario chino Global Times, resumieron las capacidades armamentísticas desplegadas, destacando la eficacia del caza furtivo J-20, el destructor de misiles guiados Tipo 052D, y el misil balístico de corto alcance DF-16A, entre otros.
Estos simulacros son los terceros de gran escala realizados alrededor de Taiwán desde agosto de 2022. Las maniobras de este mes de mayo, aunque de menor intensidad, se centraron en practicar un bloqueo total para aislar a Taiwán de una rápida asistencia de su principal aliado, Estados Unidos. Los ataques simulados desde el aire se dirigieron especialmente a la costa este de la isla, donde se encuentra la infraestructura militar más importante de Taiwán, mostrando así el poder destructivo de China y su capacidad para imponer un bloqueo completo.