El escritor se ha visto obligado a pedir una hipoteca y a presentar las escrituras de la casa que posee en Madrid como aval por la cantidad que le reclaman
La Agencia Estatal de la Administración Tributaria española reclama 2,1 millones de euros (1,8 millones de dólares) a Mario Vargas Llosa, una deuda con la que el escritor no está de acuerdo, por lo que ha decidido mantenerla suspendida para que no entre en fase ejecutiva, informó hoy la web Vanitatis
Una maniobra realizada por consejo de sus abogados y que le ha obligado a pedir una hipoteca privada y a presentar las escrituras de la casa que posee en el centro de Madrid como aval por la cantidad que le reclama Hacienda, según la citada web.
La casa en cuestión, que Vargas Llosa se quedó tras su separación de Patricia Llosa, no está sin embargo a nombre del nobel, sino de una sociedad holandesa de la que es el accionista mayoritario.