Los restos óseos de esta especie, se encuentran en el Museo de Historia Natural de la Universidad Mayor de San Marcos
Esta especie fue el animal más pesado de la tierra, la ballena llamada Perucetus colossus, que habitó hace casi 40 millones de años en el Perú. Su tamaño era mayor al de cualquier dinosaurio y se calcula que solo su esqueleto superaba las siete toneladas.
El hallazgo de esta enorme especie marítima no es de ahora, pues esto data del 2011, cuando apasionados palentólogos y otros intrépidos especialistas hallaron sus primeros restos óseos en el desierto de Ocucaje, en el departamento de Ica, situada en el centro sur del Perú, a poco más de 300 kilómetros de Lima.
En esa zona se hallaron al menos 13 vértebras gigantescas del Perucetus colossus. Una de estas superó los 200 kilos. Los expertos excavaron y también se toparon con cuatro enormes costillas y un hueso de cadera.
Se supo que el trabajo de recolección y preparación de los huesos tomó años y varias expediciones para que el equipo de científicos peruanos y europeos pudieran confirmar qué es lo que habían encontrado.
Sin embargo, fue recién hasta este miércoles 2 de julio que la comunidad científica, a través del medio Nature, dio a conocer al mundo la existencia de este mastodonte que habitaba en suelo peruano, a solo horas de la capital.
A través de su cuenta oficial de Twitter, Aldo Benites Palomino, estudiante de la evolución de los cetáceos, quien participó del increíble descubrimiento, compartió su experiencia dentro del equipo que sacó a la luz a la Ballena colosal del Perú.
“Tras casi 10 años de excavaciones y un arduo trabajo presentamos hoy en la revista Nature a Perucetus colossus: un gigantesco basilosaurio de 38 millones de años y quizás el animal más pesado que alguna vez haya existido”, escribió.
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Benites Palomino remarcó que este fue un arduo trabajo, pues excavar los restos de este animal fue una labor descomunal, al toparse con vértebras que superaban los 180 kilos de peso.
“Cuando empezamos a estudiar el esqueleto quedamos desconcertados. Las vértebras y costillas tenían un aspecto inflado, extremadamente robusto. Debido a esto decidimos investigar la anatomía interna de los huesos para entender su composición”, recordó.
El especialista en evolución de los cetáceos dijo que para entender al animal tuvieron que crear un modelo 3D con los huesos que conocían y compararlo con otros cetáceos. “Nuestros análisis indican que solo el esqueleto del animal superaba las siete toneladas (el doble de una ballena azul)”, acotó.
También Precisó que luego de hacer rigurosos cálculos les arrojó que su peso sería entre las 180 y 200 toneladas, lo que volvía a esta especie en el candidato principal por el título del animal más pesado que alguna vez haya existido.