Según el periodista Carlos Paredes, el vidente Hayimi visitó 20 veces Palacio de Gobierno a pedido de Martín Vizcarra
El semanario Hildebrandt en sus trece publicó un adelanto del libro “El perfil del lagarto” en donde el periodista y autor del libro, Carlos Paredes, revela que el vidente Hayimi visitó hasta 20 veces Palacio de Gobierno a pedido del expresidente Martín Vizcarra.
El periodista narra en su libro como el exmandatario conoció al vidente cuando aún se desempeñaba como vicepresidente de la República durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
“Era la tarde del sábado 24 de junio del 2017 y ambos coincidieron en la primera fila de un avión de Latam que estaba a punto de partir a Tacna. (….) En los 90 minutos que demora un avión en conectar las ciudades de Lima y Tacna, el vidente respondió a todas las interrogantes y angustias que el vicepresidente de atrevió a hacerle, una tras otra. Hayimi le vaticinó que pronto saldría del país. «Lejos de hacerle un mal, le están haciendo un bien, señor Vizcarra; usted regresará como presidente del Perú», recuerda Hayimi que le dijo”, se lee en un extracto del libro.
Desde ese entonces, Vizcarra Cornejo mantuvo comunicación con el vidente, quien ingresó en varias oportunidades a Palacio para ser consultado por el exjefe de Estado sobre las decisiones de Estado y la lealtad de su entorno más cercano.
“Vizcarra le consultaba de todos los actos de gobierno y de las personas de su entorno, ministros, vicepresidenta, asesores y hasta secretarias. Su pregunta más recurrente era qué tan leal le eran a él. (…) Hayimi dice que le dio luz verde para que cerrara el Congreso”, escribe Paredes.
Además, el periodista señaló que el vidente nunca le pidió alguna retribución por las consultas hechas por el ahora candidato al Congreso por Somos Perú. Sin embargo, al finalizar cada visita, el exmandatario le hacía entrega de un sobre en la mano.
“Después de reiterar que nunca le había pedido nada a Vizcarra, ni favores, ni dinero, aceptó que el presidente, por iniciativa propia, le entregaba un sobre en la mano cada vez que se despedían al finalizar su visita. Todos entendieron que se trataba de dinero”, cuenta Carlos Paredes.