Inauguran ciclo cultural “Recuerdos de Kafka” en el Goethe Institut
Por: Ricardo Sánchez Serra
En el instituto alemán Goethe, se está conmemorando el centenario de la muerte de Franz Kafka. Tres embajadas, como la de la República Checa, Alemania y Austria, en colaboración con el Goethe-Institut, bajo el título “Recuerdos de Kafka”, han desarrollado un ciclo cultural que se celebrará hasta fines de octubre del presente año, empezando por la exposición “Kafka en Praga”.
En la inauguración, el embajador de la República Checa, Josef Hlobil, señaló que Kafka fue el representante más famoso y mundialmente conocido de la literatura alemana escrita en Praga, y también uno de los prosistas más importantes de la literatura mundial del siglo XX.
“Su nombre -dijo- es un símbolo de la llamada literatura alemana de Praga, que refleja artísticamente la singular atmósfera cultural de la centenaria coexistencia de checos, alemanes y judíos en la región centroeuropea. Kafka escribió tres novelas –El Desaparecido, El Proceso y El Castillo- y varios cuentos y novelas”.
Luego de mencionar detalles de su biografía, el embajador checo detalló que sus libros reflejan no sólo las contradicciones de la época, sino sobre todo su ambivalencia mental personal. La tensa relación con su padre y un compromiso fallido con una novia le hicieron sentirse desconectado, excluido y aislado.
Obras salvadas
“Su complicada actitud ante la vida, su brillante capacidad de análisis, problematizando incluso las cosas más sencillas, su enfermedad y su necesidad existencial de escribir marcaron cruelmente su relación con el mundo. En su testamento, Kafka pidió que se destruyeran sus obras, incluidas todas las inéditas. Pero gracias a Dios, su amigo Max Brod desobedeció este deseo y publicó las obras de Kafka. Con eso, el mundo entero puede admirar hoy al genio de Kafka”, contó Hlobil.
Puntualizó que escritores de fama mundial como Albert Camus, Jean-Paul Sartre, Jorge Luis Borges o Gabriel García Márquez se encuentran entre los escritores influidos por la obra de Kafka. “Existe el término kafkiano que se usa en español para describir situaciones insólitas, por lo absurdas y angustiosas, como las que se encuentran en las obras de Kafka.
Un escritor excepcional
A su vez, la embajadora de Alemania, Sabine Bloch, preguntó “¿quién y de dónde era ese escritor? ¿checo? ¿austríaco? ¿alemán? Me parece muy significativo que precisamente este maestro de lo onírico, de pesadilla, de lo surreal y lo ambiguo desafíe la categorización precisa en función de un solo país o el encasillamiento en un solo idioma: nació en 1883 en Praga, hoy capital de la República Checa, entonces parte de la monarquía austro-húngara, y formaba parte de la minoría de habla alemana y de la minoría de fe judía en Praga… en una palabra: era un centroeuropeo”.
No cabe duda de que en Alemania la recepción y el análisis de la obra de Kafka se llevaron a cabo de forma apasionada. Son pocos los alumnos que logran graduarse en un colegio alemán sin experimentar el susto que sintió Gregorio Samsa al despertar una mañana, tras un sueño intranquilo, encontrándose en su cama convertido en un monstruoso insecto. De adolescente, con horror, yo también me puse en su lugar perturbador. Desde entonces, los miedos de Kafka me fascinaron, y después leí casi toda su obra…”
La razón más prominente por la cual los alemanes nos identifiquemos tanto con Kafka, que amemos tanto a Kafka, es que escribió sus obras en un alemán precioso… Sin embargo, su relación con el idioma alemán fue complicada. En 1920 escribió en una carta: “Nunca he vivido en medio del pueblo alemán; el alemán es mi lengua materna; por consiguiente, me es natural, pero el checo está más cerca de mi corazón”. La identidad de Franz Kafka es y sigue siendo compleja, multicultural, y me parece probable que sus dudas existenciales son parte de la explicación por qué fue un escritor excepcional…” y vive para siempre “en nuestros corazones como escritor atormentado”.
Obras escritas con el alemán más bello
Por su parte, la embajadora de Austria Renate Kobler, se calificó como gran fanática de Kafka, que es “uno de los escritores más famosos del mundo y más complejos de la historia moderna, es tan indescriptible que, para mi conocimiento, es el único autor en todo el mundo al que se le atribuye su propio adjetivo kafkiano.
Detalló que escribió sus obras en un alemán muy particular, el “alemán de Praga”, siendo considerado el “alemán más bello de toda la zona germanófoba en esa época y también hoy. Pese a su breve vida dejó un inmenso legado para todos los escritores del mundo”.
Finalmente, Rüdiger Punzet, director académico del Goethe Institut de Lima, dijo que “Franz Kafka – su apellido es checo, su nombre es alemán, fue bautizado judío, hablaba checo y escribió sus obras incomparables en alemán, en una prosa que en el mundo germanófobo –según los expertos– sólo puede compararse en última instancia con Goethe, Adalbert Stifter o Robert Walser en su sencillez y claridad. Al parecer, Kafka seguía el lema del filósofo Arthur Schopenhauer, a quien tenía en gran estima, según el cual para ser escritor de verdad se necesitan ´palabras ordinarias y decir con ellas cosas inusuales”.
Informó que en junio tendrá lugar la conferencia “Escribir como Kafka” del especialista Jorge Valenzuela de la Universidad de San Marcos, organizada amablemente por la Embajada alemana, y en octubre se proyectará la película “Kafkas letzte Reise” sobre los últimos días de vida de Kafka en el hospital de Kierling, cerca de Viena, auspiciada por la Embajada de Austria.
El Goethe-Institut contribuirá a esta serie de eventos presentando a partir de agosto la exposición de cómic “Kafka komplett” del renombrado ilustrador austríaco Nicolas Mahler, y su biblioteca presentará a partir de agosto en varias sesiones, en el marco de su ciclo “Tesoros de la Biblioteca”, obras seleccionadas de Kafka a los lectores interesados.
Para julio y octubre están previstas dos lecturas escénicas, una sobre el cuento más famoso de Kafka, “La Transformación” de la que será responsable Jorge Villanueva, director, actor y profesor de la PUCP.
(*) Premio mundial de periodismo “Visión Honesta 2023”