Human Rights Watch (HRW) ha denunciado públicamente las desapariciones y detenciones arbitrarias orquestadas por el movimiento separatista Frente Polisario en los campamentos de Tinduf en Argelia, donde tienen sus bases. Además HRW ha exigido a este movimiento separatista contra la soberanía de Marruecos en el Sáhara Occidental, la liberación de todos los presos políticos y de opinión.
HRW ha apuntado en su comunicado la responsabilidad directa de Argelia sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf, bajo control de las milicias del Polisario, señalando que «Argelia no puede subcontratar la protección de los derechos humanos en su territorio y cerrar los ojos cuando el Polisario los viola».
La reacción de HRW hace eco a las denuncias de atropello de los derechos humanos orquestadas por el Frente Polisario contra los militantes saharauis en los campamentos de Tinduf que defieren de su línea política y reclaman acoger favorablemente la propuesta de autonomía presentada por Marruecos para poner fin a este diferendo y con ello el drama de casi 40 mil personas encerradas desde hace cuarenta años en los campamentos de Tinduf.
Una de esas organizaciones fue la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH), quien condenó enérgicamente estas desapariciones forzadas: «Condenamos esta espiral de represión contra blogueros y opositores del Polisario, que está intentando silenciar las voces divergentes».
Escalada de represión:
En el mismo sentido, la militante saharaui Fatimatou El Mehdi Breica reveló cómo su hermano Hafdallah El Mehdi Breika había sido secuestrado por las milicias armadas del Polisario. Un secuestro que se produce unos días después del secuestro de su segundo hermano, el bloguero y activista de derechos humanos, Fadel Breica. Fatimatou afirmó que estos secuestros fueron ordenados por el llamado «Ministerio del Interior» del Polisario, siendo una forma de ejercer presión sobre ella y su familia para que dejen de pedir información sobre el destino de su hijo encarcelado.
Fatimatou señaló que el Polisario estaba tratando de desviar la atención sobre las verdaderas razones del arresto de su hermano. Las milicias armadas lo acusan de estar involucrado, con elementos de la aduana, en actividades ilegales de tráfico. Además afirmó que es un vano intento de ocultar la oposición de sus hermanos y de su familia a las acciones del liderazgo del Polisario en los campamentos de Tinduf
La militante subrayó que los separatistas armados no pueden luchar contra la corrupción y las malversaciones que causan estragos en los campamentos, agregando que el Polisario es cómplice de los elementos de las pandillas del crimen organizado y permanece indiferente ante la dramática situación socioeconómica en la que viven los habitantes de los campamentos.
Cabe señalar que estos secuestros y detenciones arbitrarios comenzaron hace un mes con los arrestos de tres saharauis, a saber, Moulay Abba Bouzid, Fadel Mohamed Breica y Mahmoud Zeidan, cuyo único crimen es ser militantes de derechos humanos quienes condenan la represión y denuncian las condiciones dramáticas e inhumanas en los campamentos de la vergüenza.
Otro desaparecido es Ahmed El Khalil, cuya familia retoma la sentada en frente a la sede del Alto Comisionado para los Refugiados ACNUR en Rabouni. Sid Ahmed El Khalil, ex directivo del Polisario (anteriormente «asesor» de la Presidencia a cargo de los derechos humanos), ha sido secuestrado en enero del 2009 por los servicios de seguridad argelinos. Su familia está decidida a continuar presionando a la dirección separatista y las autoridades de Argel, para esclarecer la suerte de este famoso desaparecido.
Se recuerda que a mediados de febrero, Brahim Ghali había prometido a la familia de Ahmed El Khalil arrojar luz sobre el destino del desaparecido, con la ayuda de las autoridades argelinas. Excepto que el líder del Polisario nunca cumplió sus promesas y fue visiblemente engañado por sus maestros en Argel.
Para mantener la presión, los familiares han establecido una coordinación, que se llama Ahmed Khalil, y han decidido internacionalizar este caso mediante la extensión de las formas de protesta (entre otras cosas, mediante sentadas) a escala planetaria, especialmente donde se encuentran las embajadas argelinas.