El internacionalista Juan Velit Granda, ícono del mundo académico y profesor de la Escuela del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, analizó la coyuntura política de países de la región como Venezuela, Brasil y Argentina, y del centroamericano Nicaragua. A continuación presentamos la entrevista que dio a la reconocida revista EMBAJADOR.
¿Cómo ve la posición del Perú con respecto a la migración venezolana?
La política que ha tomado el Perú con los venezolanos ha sido bastante acertada. Hemos sido muy hospitalarios y no solo en reciprocidad; tal como ellos nos abrieron su país cuando, debido a la crisis, una gran cantidad de peruanos emigró hacia Venezuela, que fue uno de los países más solidarios.
No hay que olvidar que compartimos historia muy cercana en el periodo republicano, no solamente por la labor que hizo el libertador Bolívar en el Perú —con las contradicciones del caso—, sino también, en el pasado más reciente, Venezuela ha colaborado con el país para amortiguar las catástrofes. Además, en la época del general Velasco Alvarado, los países europeos nos bloquearon la compra de armas; Venezuela las adquirió y nos las dio.
¿Qué otra ayuda ha recibido el Perú por parte de Venezuela?
Por ejemplo, en otro momento existió un posible conflicto entre el Perú y Chile, y fueron delegaciones peruanas a pedir apoyo a otros países. En respuesta, estos expresaron su voluntad política para buscar una solución. Por su parte, Venezuela respondió que pondría 10,000 hombres en la frontera como apoyo.
Quiero remarcar que Venezuela —a diferencia de otros países— ha estado muy cerca de nosotros. Un claro ejemplo es el caso de Argentina, que vendió sus armas al Ecuador en 1995, demostrando mucha ingratitud; pero no del pueblo o del Gobierno, sino de Carlos Menem y una argolla de negociantes.
En su opinión, ¿qué medidas se deben tomar para controlar la migración?
Como en toda migración, viene gente de muchas calidades. La gente trabajadora busca enviar dinero a sus familiares. Las Naciones Unidas —y hace poco la actriz Angelina Jolie— elogió al Perú por abrir las puertas a los venezolanos, más de 400,000 al momento.
Sin embargo, hay otros que están al margen de la ley; y son ellos quienes afectan la migración de sus compatriotas y le dan una apreciación negativa al tema. Sí es importante que los mecanismos de seguridad del Perú —incluidos la policía, Migraciones y Servicio de Inteligencia, entre otros— empiecen a hacer una selección para que este grupo no ingrese al país.
La medida que exige pasaportes —y sé lo difícil que es obtenerlos— es una traba. El Gobierno peruano debe buscar alguna fórmula imaginativa, como aceptarlos con certificados de buena conducta emitidos oficialmente.
NARCOTRÁFICO
¿A qué se podría deber esta crisis?
Hay algunos medios de comunicación y sectores académicos que indican que el narcotráfico ha tomado el Gobierno venezolano. No tengo las informaciones más precisas, pero sí me llama la atención que se podría estar repitiendo el fenómeno que se dio en Bolivia hace 35 años, cuando estaba Lidia Gueiler de presidenta y un grupo de militares, vinculados y financiados por el narcotráfico, le dieron un golpe de Estado.
Hoy se habla de carteles mexicanos, colombianos y posiblemente peruanos. También estarían involucrados en el manejo de la administración del Ejecutivo en Venezuela.
¿Una intervención militar es la salida para Venezuela?
No creo que haya una solución militar externa; pero sí creo que al interior, tanto de Venezuela como de otros países, deberían colaborar los partidos políticos para generar un acercamiento con otros partidos latinoamericanos —de acuerdo a sus ideologías— y encontrar un respaldo en la búsqueda de solución. Pero no con armamento, porque esto provocaría una guerra civil. Por ejemplo, con ayuda humanitaria para sacar a las personas del estado de postración —alimentaria, farmacéutica y humana— en la que viven actualmente. Con estas capacidades, el aislamiento de Nicolás Maduro va a ser mucho más grande.
Entiendo y considero que el presidente venezolano tiene la gran ventaja de que su pueblo está en un nivel de desnutrición que no le permite tener el ímpetu para enfrentar a un régimen dictatorial.
NICARAGUA
¿Usted considera que Nicaragua es un caso diferente al de Venezuela?
En ese país sucedió un acto de traición por parte de Daniel Ortega, quien casi tenía la marca de héroe legendario cuando dirigió el Frente Sandinista de Liberación Nacional contra la dictadura de un hombre cruel y sanguinario como Anastasio Somoza, con casi 42 años al poder.
Ortega dirigió el levantamiento de un pueblo, trajo abajo a Somoza e instaló un nuevo régimen en el que todo el mundo se esperanzó, en una especie de primavera latinoamericana, y que iniciara además la serie de caídas de las dictaduras centroamericanas.
Sin embargo, Ortega fue carcomido muy rápidamente por la corrupción y ambición; no solo de poder, sino también de dinero. Asimismo podríamos decir que lo que tanto criticó y odió en otros regímenes, terminó haciéndolo él mismo.
BRASIL DERECHISTA
Tras el triunfo de Jair Bolsonaro, ¿qué le espera Brasil?
El país tendrá un papel difícil no solo en la política interna, sino también en la internacional, por ser Brasil un gran actor latinoamericano y mundial. En los últimos tiempos ha decaído debido al cáncer de la corrupción, cuyo objetivo ya no era un avance geoestratégico, sino que solamente buscaba que sus empresas ganaran más dinero. Y que el señor Lula, quien tuvo una destacada actuación en su país, fuera una suerte de paradigma para las izquierdas latinoamericanas. Pero se desplomó en el fango de la corrupción, al igual que su sucesora Rousseff.
Por eso, con ese movimiento pendular que tiene la política, Brasil mira a Bolsonaro como si fuera un salvador que parece instalarla en comienzos del siglo XX. Es decir, ha retrocedido todo lo que se había avanzado en derechos humanos, y se comienza a tener una visión de nostalgia por una de las dictaduras más terribles que ha tenido América Latina. No hay que olvidar que la Escola Superior de Guerra de Brasil enseñaba a los militares golpistas de Latinoamérica los mecanismos, recursos y metodología del golpe. Al igual que los colegios de guerra norteamericanos.
¿Qué percepción tiene sobre Bolsonaro?
Un personaje como el presidente electo uno lo relaciona más con el presidente de Filipinas que con un mandatario moderno. Un señor que es homofóbico, que muchas veces está en contra de las grandes mayorías y que llega a decir que “un policía tiene que matar y el que no mata no es un buen policía”, está ubicado —sin duda— a fines del siglo XIX.
No le doy la bienvenida a América. Hubiera sido elegido alguien que sea un término medio, que tenga la decisión de Bolsonaro, pero con sensibilidad social.
NACIONES HERMANAS
Respecto a la paz con Ecuador, ¿cuál es la situación actual del Perú con el país vecino?
Es uno de los logros del presidente Fujimori, a quien se le puede culpar de muchas cosas, como violación a los derechos humanos y corrupción. Sin embargo, hay que rescatar que el combate al terrorismo es uno de los grandes logros. Y yo también pondría entre sus logros la paz con Ecuador.
Por otro lado, cuando fui profesor de las FF. AA. repetíamos una frase de Carlos García Bedoya: “El Perú tiene dos hipotecas, la de Chile y la de Ecuador”. La de Ecuador está zanjada, es paradigmática y debemos festejarla siempre como una gran reunión de hermandad. Podemos decir que hoy en día es innegable que Ecuador es una extensión de Perú y viceversa, donde ni siquiera es necesario el pasaporte para cruzar.
Para el caso de Chile, también creíamos que quedaba resuelta después del fallo de La Haya. Sin embargo, el país vecino siempre saca unas aristas que se deben ir solucionando con ingeniería política.
MIGRACIÓN DE ARGENTINA
¿Cuál es la relación de Perú con Argentina?
Toda crisis económica, como la de Argentina, afecta al Perú. Le puede pasar factura al señor Macri en las próximas elecciones en las que postula a la reelección.
Nosotros somos socios, importamos y exportamos productos. Y sin lugar a dudas, los problemas por los que atraviesa el país del sur, nos pueden facilitar las condiciones económicas en la balanza de pago, que está a favor de la argentina, que puede variar y ponerse para el lado de Perú. Pero, por otro lado, también la crisis económica está desembocando en una crisis social que obligará a una gran cantidad de peruanos a regresar; y también a que lleguen argentinos, en este éxodo migratorio que es parte del proceso de globalización en el mundo.