Cusco, Puno, Amazonas y Lambayeque son algunas de las regiones más afectadas por los incendios forestales que ya han destruido miles de hectáreas.
El Perú atraviesa una de sus peores crisis ambientales con más de 170 incendios forestales activos que afectan a 20 regiones del país. Entre las áreas más afectadas se encuentran Cusco, Huancavelica y Huánuco, según reportes del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). El fuego ha devastado más de 3,300 hectáreas de áreas naturales y tierras agrícolas, causando un daño irreparable a la flora, fauna y a las comunidades cercanas.
Las consecuencias de estos siniestros no se limitan al ámbito ambiental. Se han registrado seis personas fallecidas y más de 1,800 damnificados, lo que evidencia la magnitud de la tragedia. Las autoridades locales y regionales, con recursos limitados, no han podido hacer frente a la rápida expansión del fuego. Zonas críticas de la Amazonía, incluyendo áreas protegidas, también están siendo gravemente afectadas.
A pesar de que el gobierno informó que el 60% de los incendios ha sido controlado, los focos incontrolables continúan avanzando, especialmente en las regiones de la selva y la sierra. Los bomberos voluntarios, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) y las comunidades locales trabajan incansablemente para detener el avance del fuego, pero la falta de equipos y apoyo adecuado limita su capacidad de respuesta.
Especialistas y defensores del medio ambiente, como el veterinario Pancho Cavero y el periodista Willy Reaño, han instado al gobierno a declarar una emergencia nacional para obtener una respuesta más eficaz. Reaño subrayó la necesidad de una intervención coordinada que permita frenar la destrucción y evitar que la situación empeore.
En Amazonas, la situación es especialmente crítica. Los incendios han afectado hábitats de especies en peligro, como el oso andino, y amenazan sitios de gran valor cultural y turístico, como la ciudadela de Kuélap y las Cataratas de Gocta. La provincia de Luya ha sido una de las más impactadas, con más de 13 mil hectáreas devastadas.
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En Lambayeque, las autoridades han identificado siete puntos focalizados de fuego en la provincia de Ferreñafe, donde buscan evitar que el fuego se propague a los bosques de eucaliptos, lo que podría agravar aún más el desastre. Los esfuerzos continúan, pero el panorama sigue siendo desalentador en varias zonas del país.
