Germán Lench Caceres
Ocurre un hecho serio en las proyecciones del Ministerio de Economía y Finanzas al postular un crecimiento del 4% del PBI que no ayudan para nada a la situación futura del país.
Crecer 3.5%4% en el PBI no ayuda, la población crece 1% anual y la fuerza laboral está creciendo 1.7% que significa 300,000 personas que se incorporan a la informalidad o al desempleo.
El Perú creció al 2013 5.4% en promedio, pero desde este año el crecimiento promedio ha sido del 3.2%.
El Banco de inversión JP Morgan proyectó que la incertidumbre política se encuentra perjudicando seriamente el crecimiento económico del Perú, pues si este factor se despejase el país avanzaría hacia su PBI potencial (entre 4 % y 5 %). Actualmente, la proyección es solo de 3,6 %.
En el país preocupa la incertidumbre política porque el desempeño de la actividad económica es relativamente bueno, pero cuando los inversionistas observan el estrepitoso ruido político sienten temor y las decisiones de inversión y de consumo, así como las contrataciones se posponen hasta que se disipe el ruido.
Las inversiones representan parte esencial de las vidas de las personas; con ella caminan los anhelos de realización, el futuro económico doméstico y de las empresas. Todas estas cosas nacen en las personas, las inversiones nacen en las personas, por lo tanto, lo más importante para ellos y para nosotros es efectuar negocios a través de la cuerda de la confianza, de donde penden los mejores negocios por venir, dado que es la confianza la nueva unidad de la economía; que siempre estuvo detrás de todo el entramado financiero y que ahora viene a ser la piedra angular de la innovación, de los servicios y el mundo de los negocios.
Un punto del PBI nos puede dar 50,000 puestos de trabajo formales. Sin embargo actualmente la confianza de la pequeña y mediana empresa se ha roto.
El objetivo del gobierno “es reactivar la economía o hacerla crecer”, lo que significa aumentar la tasa de crecimiento del producto bruto interno (PBI)mayor al 4%.Y no ha ocurrido. Un factor que lo impide es el escándalo de corrupción y la grave inestabilidad política que genera expectativas negativas y desconfianza en la mediana y pequeña inversión.
Un crecimiento de 3% o 4% no es suficiente para el Perú, que tiene serios problemas que resolver en materia de educación, salud e infraestructura. Deberíamos estar creciendo por encima de 6%; no obstante, el país se encuentra enfrentado por temas políticos que, sin dejar de ser importantes para la ciudadanía, no deberían copar toda la agenda nacional.
Debido a esta situación, el Perú puede perder el 2019 al menos US$2.500 millones en exportaciones debido a la caída de precios de los metales, y ello tendrá un efecto importante en la recaudación fiscal. Recordemos que China es el principal comprador del cobre peruano, así como el principal mercado para las exportaciones generales. “Por ahora la economía permanece estable, pero la incertidumbre interna viene afectando las inversiones de mediano y largo plazo.
El Gobierno central debe acompañar a los gobiernos regionales y locales para que aceleren el gastoproductivo racional y la inversión, incrementando las posibilidades de expandir el crecimiento del PBI hasta un 4.5%. Entre otros aspectos a mejorar para consolidar un mayor incremento del PBI, se debe reducir la tensión entre el Gobierno Central y el Congreso de la Republica, para fijar reformas en temas como la legislación tributaria.
La imprudencia y egoísmo de los poderes del estado Ejecutivo y Legislativo por objetivos diferentes, afecta la economía lo que genera dudas a medida que avanza el 2019.
Por tanto es el momento de que las autoridades y políticos del país se detengan a pensar seriamente en el futuro, en los avances que se tienen en materia económica y encontrar la forma de preservarlos y seguir buscando un crecimiento económico necesario.
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