Por: German Lench Caceres / Tal como lo afirmamos en este prestigioso medio de comunicación, el nombrar un político como miembro del Directorio del Banco Central de Reserva era inconveniente e iba a generar dudas y desconfianza.
El artículo 11° de la Ley Orgánica del BCR establece que sus directores deben tener reconocida competencia y experiencia en economía y finanzas. No representando a entidad o interés particular alguno y justamente se nombró a José Chlimber secretario del partido político de Fuerza Popular, quien se encuentra en problemas judiciales.
De lo afirmado a la fecha, el Directorio del BCR no ha efectuado ningún pronunciamiento, están callados, su actual Presidente llamado el “economista más poderoso del Perú” respalda el nombramiento de Chlimper, al asegurar que reúne los requisitos y que «no había peligro alguno».
El presidente del BCR, Julio Velarde Flores, dijo: «El señor Chlimper ya ha sido director antes, no es experto en el tema monetario. Si hay alguna pregunta con respecto a que pueda cambiar la política monetaria, esa inquietud no tiene fundamento alguno. ¿Qué peligro puede haber? Ni que fuera una marioneta. Reúne los requisitos. El señor Chlimper está dejando la dirección de uno de los bancos más importantes del país»
Pero lo que siempre generó duda era qué intereses representaba el empresario en el Directorio del BCR, claro al parecer era para defender los intereses de los empresarios exportadores e intervenir para que el banco compre dólares como consecuencia del exceso de oferta y que el tipo de cambio no baje para que los exportadores no pierdan competitividad en sus negocios privados.
Su evidente interés era obligar al BCR aplicar tipo de cambio flexible sucio que es un régimen cambiario donde el Banco puede intervenir ocasionalmente para conducir el valor de la divisa hacia una dirección u otra, léase flotación sucia.
En la práctica, lo habitual es lo que se denomina flotación sucia, es decir, que el Banco Central interviene para que el tipo de cambio se adecue a los niveles deseados, comprando o vendiendo divisas contra su moneda nacional, si se desea que esta no se deprecie sustancialmente.
De esta manera y en términos de impacto sobre la población, los principales objetivos del BCR son dos: mantener la estabilidad monetaria (no hay peor daño que la inflación) y evitar fluctuaciones bruscas en el tipo de cambio. Pero se olvidan de los agentes económicos que tienen créditos en dólares y que les conviene que el tipo de cambio baje, ¿Quién los defiende?
Este director del BCR debe ser removido por el prestigio y transparencia de la institución, hay que tener en cuenta la imagen, “Un director del Banco Central es un funcionario público de acuerdo a la Constitución; en ese sentido, debe cumplir con todas las normas que les son aplicables a los funcionarios públicos, entre ellas la Ley N° 27815, Ley del Código de Ética de la Función Pública”
Evitemos la turbulencia e incertidumbre política que con la recesión viene generando desconfianza y contaminando las expectativas de inversión de la pequeña y mediana empresa, evitemos afectar el ánimo empresarial para generar una recuperación del PBI nacional que caerá este año en -10% aproximadamente.
(*) Economista