El suboficial PNP, Miguel Ángel Alarcón Cruzado, quien labora en la Divincri de Chiclayo disparó contra una mascota en plena calle
Un agente de policía disparó y mató a una perra de dos balazos mientras la mascota aguardaba a su dueña, una niña que estaba en una farmacia en Chiclayo. Este suceso ha provocado la indignación de la familia de la niña, quienes exigen justicia por lo que consideran un acto de crueldad hacia los animales.
El suboficial de la PNP, Miguel Ángel Alarcón Cruzado, quien presta servicio en la Divincri de Chiclayo y estaba fuera de servicio en ese momento, alegó que fue atacado por la mascota. No obstante, la propia acta policial contradice esta versión.
Kristal, una perra de 4 años, estaba sentada en la entrada de la farmacia esperando a su joven dueña. La familia relata que, después de jugar un momento con un niño, la perra se acercó para olfatear al suboficial. Este, sintiéndose amenazado, habría sacado su arma de servicio y disparado dos veces, matando a la mascota.
Evelin Varas, madre de la niña y dueña de la perra, comentó: “Mi perra se acercó al hombre para olfatearlo. Cuando mi hija, que ya se estaba dirigiendo a casa, le gritó a la perra, diciéndole ‘Kristal, ven’, la perra obedeció y se dio la vuelta. En ese momento, el policía sacó su arma del bolso y le disparó dos veces en la parte del lomo.”
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Tristemente, la perra falleció en el suelo, lo que generó un profundo dolor entre sus familiares y la comunidad local.
El suboficial fue arrestado y llevado a la comisaría de José Leonardo Ortiz, donde alegó que la mascota lo había atacado. No obstante, el acta policial desmiente esta afirmación, ya que no menciona ninguna evidencia de un ataque.
La madre de la familia comentó: “El informe indicaba que el señor no presentaba mordeduras ni rasgaduras, y al ver eso, él se negó a firmar el acta.”
Evelin Varas ahora exige que el oficial rinda cuentas por la muerte de su mascota, a la que han cuidado y considerado parte de su familia durante cuatro años.
De acuerdo con la ley de protección y bienestar animal, el individuo podría enfrentar una pena de prisión de entre 3 y 5 años.
