Indonesia comenzó a sembrar nubes en un intento desesperado de aumentar las precipitaciones para originar la cosecha de arroz
Indonesia, es sin duda uno de los mayores productores de arroz que existen en el mundo, en el 2023 el país tuvo que importar la mayor cantidad de granos de arroz comparado con otros años, con el fin de reponer sus reservas, destruidas por las sequías ocasionadas por el fenómeno meteorológico de El Niño, y así frenar la subida de los precios de los alimentos.
Aunque prácticamente el archipiélago ya se encuentra entrando en la estación seca, que se da en los meses de julio y agosto, El Gobierno ha demandado que se comience a implementar nuevas medidas de cosechas. La cual implicaría utilizar la siembra de nubes que consiste en inyectar partículas de sal o yoduro de plata en las nubes existentes para producir lluvia. Aunque esta medida no garantiza que facilite que caigan las gotas de agua, el Gobierno esta decidido en intentarlo.
Lea también:
Formalización minera daría US$ 5,000 millones a la economía nacional
Este año se había informado que había aumentado las cuotas de importación de arroz, después de que se estimara que la producción había disminuido en el primer trimestre. El gobierno también ha solicitado a los agricultores que aceleren el proceso de siembra para aumentar la producción, dado que las cosechas habían alcanzado su punto máximo en el mes de abril.
Tri Handoko Seto, funcionario público hablo por todos los relacionados, «Queremos movernos rápido mientras todavía haya nubes», los encargados han desplegado equipos para sembrar nubes sobre Sumatra y se han planeado operaciones similares para Java, la principal región productora de arroz en Indonesia.
No quieren volver a pasar por la misma situación del año pasado, por eso el Gobierno siente que están contra reloj, dado que las condiciones meteorológicas extremas también han sacudido el mercado del arroz fuera de Indonesia, y los precios mundiales han alcanzado su nivel más alto desde enero. El arroz blanco tailandés esta 5% quebrado, según referencia asiática, la cual cambio a 649 dólares la tonelada a mediados de mayo, y s cosechas se ha mantenido en ese nivel ante el temor de que las inundaciones provocadas en el sur de Brasil puedan perjudicarlas.