Real Plaza no ha emitido pronunciamiento oficial.
El ingeniero Boris García, contratista del Real Plaza en Trujillo, Real Plaza en Trujillo, afirmó que se sabían de problemas estructurales antes del colapso. Según García, se detectaron microfisuras en la infraestructura que no fueron reparadas a tiempo. Esto habría contribuido al accidente del 21 de febrero.
En una entrevista para Latina Noticias, García explicó que el año pasado hubo fuertes ráfagas de viento en la zona que habrían provocado el levantamiento de la estructura. Al volver a su posición original, esto habría generado microfisuras en las vigas, que son elementos clave para el refuerzo del edificio. El ingeniero detalló que dichas vigas habrían sido instaladas hace menos de cinco meses, lo que sugiere que el problema estructural ya era conocido.
Boris García afirmó que los administradores de Real Plaza eran conscientes de las fallas en la estructura, ya que de no haberlo sabido, no habrían reforzado el área afectada. “La caída no se debe solo al peso del agua acumulada, sino a las fisuras preexistentes. Si no conocían el problema, no hubieran instalado esos refuerzos. Esa es la evidencia de que sabían lo que ocurría”, señaló el ingeniero.
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García también descartó que la acumulación de agua haya sido la causa principal del colapso, aunque reconoció que las fisuras previas habrían debilitado la estructura, aumentando el impacto del peso adicional.
El especialista alertó que otras sedes de Real Plaza en Chiclayo y Cajamarca podrían estar en riesgo de sufrir incidentes similares si no se realizan inspecciones detalladas. Según García, estas estructuras comparten características de diseño, especialmente en sus patios de comida, donde podrían presentarse problemas similares a los de Trujillo.
“Es necesario hacer una revisión exhaustiva de las estructuras en Chiclayo y Cajamarca, observando especialmente los puntos de esfuerzo. La inspección debe ser minuciosa y realizada por especialistas”, recomendó el ingeniero.
