La zona noroeste de la capital de ucrania ha sido escenario de bombardeo que han arrasado algunas localidades
Dos semanas después de iniciar su invasión a Ucrania, las fuerzas rusas están apostadas ya en las puertas de la capital, Kiev.
La zona noroeste de Kiev ha sido escenario desde hace más de una semana de feroces bombardeos combates que han arrasado parcialmente a algunas localidades.
Decenas de miles de personas han desafiado los casi constantes bombardeos para huir a la relativamente segura –hasta hoy– capital ucraniana desde las localidades obreras de la zona, como Bucand Irpin.
Pero los alrededores del noreste de Kiev han sido por ahora menos golpeados por la guerra. Al menos hasta ahora.
El pueblo de Popov, Velyka Dymerka, se encuentra a unos cinco kilómetros de los límites de la ciudad de Kiev.
No muy lejos está la autopista que los rusos utilizan para intentar llegar hasta la misma capital.
La carretera estaba el jueves repleta de restos de vehículos blindados que las fuerzas ucranianas aseguran haber repelido y parcialmente destruido.
Pero las fuerzas rusas no han retrocedido muy lejos.
“Hubo ataques de misiles Grad y bombardeos la noche pasada”, asegura un soldado ucraniano que se identifica solamente como Serghiy, y que se halla en el puesto de control cerca de Velyka Dymerka.
“Estamos intentado evacuar a los abuelas”, dice. “Pero ellas no quieren moverse de aquí”
Armas para Ucrania
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han incrementado sus entregas de armamento a Ucrania para ayudar a repeler el avance ruso.
Pero la ayuda occidental no parece haber ganado los corazones de las poblaciones locales.
“Si la OTAN es una organización tan poderosa, ¿por qué no cierran el espacio aéreo sobre Ucrania?” se pregunta el jubilado Grigoriy Kushka, con un tono exasperado.