El conflicto se recrudece con incursiones limitadas mientras el grupo respaldado por Irán sigue preparándose para un posible ataque.
Las tensiones entre Israel y Hezbollah han alcanzado un nuevo nivel esta semana, con la incursión de tropas israelíes en el sur del Líbano. Según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, se han realizado operaciones terrestres selectivas para neutralizar la amenaza del grupo terrorista Hezbollah, que supuestamente estaría preparando un ataque masivo inspirado en la ofensiva de Hamas de octubre de 2023.
Incursiones para prevenir ataques masivos
Hagari afirmó que Hezbollah ha estado utilizando pueblos fronterizos libaneses como bases militares para planificar una invasión de Israel. Estas incursiones, explicó, tienen como objetivo desmantelar dichas bases y proteger a las comunidades israelíes cercanas a la frontera. “Estamos tomando todas las medidas necesarias para que no se repita un ataque como el del 7 de octubre. Las fuerzas israelíes seguirán operando hasta que las familias puedan regresar a sus hogares con seguridad”, declaró el portavoz.
El conflicto entre Israel y Hezbollah no es nuevo, pero la escalada reciente ha renovado la preocupación internacional. Durante los últimos 11 meses, los intercambios de ataques han ido en aumento, principalmente a lo largo de la frontera norte israelí. Israel ha respondido a estas amenazas con ataques aéreos en el interior del Líbano, uno de los cuales resultó en la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en Beirut, según fuentes israelíes.
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Líbano en crisis: un millón de desplazados
En paralelo a la intensificación del conflicto, el primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, advirtió que su país está atravesando “una de las etapas más peligrosas de su historia”. Según Mikati, alrededor de un millón de personas han sido desplazadas debido a la violencia, lo que agrava aún más la crisis política y económica que enfrenta Líbano desde hace años.
El primer ministro hizo un llamado a la comunidad internacional para que ofrezca asistencia humanitaria urgente y destacó la necesidad de implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que busca desmilitarizar el sur del Líbano. Sin embargo, esta resolución ha tenido una aplicación limitada, permitiendo que Hezbollah mantenga su presencia militar en la región.
La escalada del conflicto amenaza con prolongar aún más la inestabilidad en una zona ya asediada por conflictos históricos.