El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, solicitó al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, evacuar a las fuerzas de paz de la organización desplegadas en Líbano debido a los recientes enfrentamientos con Hezbolá.
El gobierno de Israel ha solicitado reiteradamente la retirada de las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano, conocidas como la Finul, alegando que la presencia de los cascos azules en las zonas de conflicto los expone a un grave riesgo. En un mensaje dirigido al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el primer ministro Benjamín Netanyahu pidió tomar medidas «inmediatas» para poner a salvo a estas fuerzas.
Netanyahu se dirigió a Guterres en un discurso grabado, expresando que la situación es crítica y que la evacuación de la Finul debe ser una prioridad. El líder israelí subrayó que el ejército de su país ha solicitado en varias ocasiones la retirada de las tropas de la ONU de las áreas de conflicto, pero estas peticiones han sido rechazadas repetidamente.
El llamado de Netanyahu se produce en un contexto de creciente tensión en el sur de Líbano, donde al menos cinco cascos azules han resultado heridos en los últimos días debido a los enfrentamientos entre el ejército israelí y el grupo armado Hezbolá, vinculado a Irán. La Finul denunció el viernes que sus posiciones fueron atacadas «deliberadamente» por las fuerzas israelíes, lo que ocasionó daños significativos en sus instalaciones.
Netanyahu lamentó las lesiones sufridas por los cascos azules y afirmó que el gobierno israelí está trabajando para evitar más incidentes. «La forma más efectiva de proteger la vida de los soldados de la Finul y de nuestros propios militares es retirándolos de la zona de peligro», sostuvo.
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Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a Israel cesar los ataques contra la fuerza de la ONU, mientras que más de 40 países, incluyendo 34 que contribuyen con tropas a la Finul, han expresado su apoyo a la misión y han urgido a garantizar la seguridad de los cascos azules.
Creada en 1978, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano cuenta con 9,500 efectivos de diversas nacionalidades y tiene la misión de supervisar la situación de seguridad en la frontera entre Israel y Líbano, así como de proteger a los civiles. Ante la intensificación de los combates, el futuro de la misión enfrenta un momento crítico.