El Domo de Hierro de Israel logró repeler buena parte de los cohetes lanzados por la organización terrorista Hezbollah desde el Líbano, en un nuevo ataque de la organización terrorista, esta vez en represalia por la muerte del comandante de alto rango Fouad Shukur.
Según informó el Ejército israelí, Hezbollah lanzó una serie de proyectiles contra la zona de Galilea Occidental como respuesta al asesinato por parte de Israel del terrorista, que se encontraba en Beirut cuando fue alcanzado por un ataque sorpresa.
Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah, dijo que el asesinato por Israel de su asesor Fuad Shukr en la capital libanesa el martes y el posterior asesinato del jefe político del grupo terrorista palestino Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán fueron un grave error, diciendo que el conflicto es ahora una “batalla abierta en todos los frentes”.
“Nos enfrentamos ahora a una gran batalla que ha superado la idea de frentes de apoyo”, dijo, reiterando a que la única forma de detener la escalada en la región sería que Israel pusiera fin a la guerra en Gaza.
Nasrallah no llegó a describir los asesinatos como un acto de guerra y dijo que su grupo lucha tanto con ira como con “lógica y sabiduría”, algo en línea con la intención declarada de Hezbollah de no ampliar los combates con Israel.
Hezbollah ha estado disparando misiles y morteros contra Israel casi a diario desde el 7 de octubre, cuando Hamas atacó el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a otras 250. Nasrallah dijo que su milicia chiíta ha logrado detener los ataques contra Israel en los últimos dos días tras el asesinato, pero que los reanudará el viernes como de costumbre. La respuesta al asesinato de Shukr fue “inevitable”, dijo.
Nasrallah habló durante el funeral de Shukr en Beirut, donde miles de partidarios Hezbollah se reunieron y participaron en la procesión que siguió al discurso de su líder.
El ataque israelí en Beirut, que según Nasrallah mató a siete personas, entre ellas Shukr y dos niños, fue en respuesta a un mortal ataque con cohetes en los Altos del Golán durante el fin de semana.
Israel culpó a Hezbollah del ataque a un campo de fútbol en la región controlada por ellos. Hezbollah, considerada una organización terrorista por EEUU, negó su responsabilidad.
Irán, Hamas y Hezbollah han prometido represalias contra Israel, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que el Ejército está ahora en un nivel elevado de alerta para defenderse de posibles ataques.
La última gran guerra entre Israel y Hezbollah en 2006 dejó más de 1.000 muertos en el Líbano y más de 100 en Israel, además de provocar desplazamientos masivos y daños a la infraestructura.