Divergencias en la mediación y disputas territoriales complican las negociaciones.
Israel y el Líbano están en camino hacia un posible acuerdo de alto el fuego en el frente norte, pero las discrepancias en torno a los términos y la mediación siguen dificultando el avance. Según el noticiero de la televisión estatal israelí, las fuerzas de seguridad han recomendado al gobierno buscar un entendimiento para aliviar las tensiones en la zona fronteriza.
Sin embargo, la decisión final recae en el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien enfrenta múltiples desafíos para alcanzar un consenso. Una de las principales trabas es la composición del Comité Supervisor encargado de implementar el acuerdo. Israel se opone firmemente a la inclusión de Francia, argumentando que la postura de París es percibida como desfavorable hacia los intereses israelíes. En cambio, el Líbano insiste en la participación de un país árabe como mediador neutral.
Otro punto de fricción radica en cómo abordar el conflicto sobre las delimitaciones territoriales. Israel aboga por una redacción ambigua que no comprometa una negociación inmediata sobre las fronteras, mientras que el Líbano exige un compromiso claro para iniciar un proceso de diálogo al respecto.
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El papel de Estados Unidos como intermediario también ha sido clave. Israel ha expresado su rechazo a la posible implicación de Francia en la supervisión del acuerdo, una postura que fue comunicada directamente a Washington. Según fuentes cercanas a las negociaciones, esta decisión responde a la percepción de que Francia ha mantenido una política contraria a los intereses israelíes en temas regionales.
Por su parte, el canal al-Arabiya informó que Israel busca desvincular las discusiones sobre el alto el fuego de las cuestiones relacionadas con las fronteras, mientras que el Líbano insiste en que ambos temas están estrechamente conectados.
Aunque existen señales de progreso en las conversaciones, los desacuerdos sobre la mediación y los términos específicos continúan siendo un obstáculo significativo. Los próximos días serán cruciales para determinar si las partes pueden superar estas diferencias y llegar a un acuerdo que traiga estabilidad a una región históricamente marcada por tensiones y conflictos.