Lideró una campaña realizada mayoritariamente en las redes sociales y en medio a un país polarizado
El ultraderechista Jair Bolsonaro , un capitán de la reserva del Ejército con guiños autoritarios, llega como favorito el domingo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil tras una campaña realizada mayoritariamente en las redes sociales y en medio a un país polarizado.
El candidato ha generado controversia a lo largo de su campaña por afirmaciones como que no violaría a una diputada porque no se «lo merecía» (2014); que el error de la dictadura fue «haber torturado y no matado» (1999); que el expresidente Fernando Henrique Cardoso y los militantes del PT «deberían ser fusilados» (1999 y 2018) y que prefería tener un hijo «muerto que gay» (2011).
En 2016, durante el proceso de destitución de la expresidenta Dilma Rousseff, Bolsonaro dedicó su voto a la memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, uno de los mayores símbolos de la tortura del periodo autoritario, y le calificó como «el pavor» de Rousseff, quien en su juventud fue detenida y torturada cuando estaba bajo la custodia de un organismo bajo el mando de Ustra.