Japón, ubicado en una región con alta actividad sísmica, experimenta alrededor de 1,500 temblores al año
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, suspendió su viaje programado a Asia Central este viernes. La decisión se tomó tras una alerta meteorológica que sugiere la posibilidad de un «megaterremoto», que sigue al sismo de magnitud 7.1 del jueves pasado.
Esta alerta es la primera de su tipo desde la introducción de un nuevo sistema de advertencia en Japón, tras el terremoto devastador de 2011 que provocó el accidente nuclear de Fukushima.
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Kishida anunció que se quedará en Japón durante al menos una semana para asumir «la más alta responsabilidad en la gestión de crisis». La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió el aviso por la mañana, indicando que la probabilidad de un gran terremoto ha aumentado, aunque no se puede asegurar que ocurra uno.
Acciones de emergencia
El terremoto de magnitud 7.1 del jueves no causó daños graves, según los informes. Ocho personas resultaron heridas, algunas debido a la caída de objetos.
Como medida preventiva, algunos trenes bala entre Tokio y Osaka están circulando a menor velocidad. Además, se ha ordenado a las centrales nucleares que revisen sus planes de emergencia en caso de desastre.