Satélite peruano captura 100 mil imágenes al año y ha permitido ahorrar S/781 millones
REYNA CÁRDENAS A.
Perú SAT-1, el primer satélite nacional de observación de la Tierra, lleva ya más de año y medio en órbita. Desde entonces, el trabajo se desarrolla a paso acelerado en la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (Conida), la agencia espacial del Perú, que tiene a su cargo el mencionado sistema y ahora se prepara para implementar una serie de cambios para afrontar los nuevos retos que conlleva la era satelital. El mayor general FAP Carlos Caballero León, jefe de dicha institución, nos comenta un poco más al respecto.
¿Cómo va el satélite Perú SAT-1 a casi año y medio de estar en órbita?
De manera general el sistema está cumpliendo con la finalidad de su adquisición, que era de manera inicial básica atender a las instituciones públicas del Estado peruano. El Perú compraba estas imágenes en el mercado internacional, un promedio de 38 imágenes al año, para 8 o 9 instituciones. Ahora que tenemos un satélite, en promedio se entregan 4800 imágenes al año, entonces, ha habido un salto explosivo en términos de cantidad. Las instituciones no hacían estudios como ahora están haciendo.
¿Qué instituciones?
Tenemos más de 130 entidades que usan imágenes. Ministerios, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, instituciones que ven riesgo de desastres, cada vez más gobiernos regionales y otras instituciones que hacen estudios diversos. Todos los días crece la lista, porque además Conida les da las imágenes a las instituciones públicas gratuitamente.
Conida informó que se ha logrado la recuperación del 100% del dinero invertido en el satélite. ¿Cómo han llegado a esa cifra?
La recuperación de la inversión es una fórmula un poco compleja que tiene varios factores. Uno de los básicos es el de calcular la cantidad de imágenes que tenemos y cuánto hemos ahorrado por el hecho de que ya no compramos a otros. Es lo que técnicamente se denomina “liberación de recursos”, quiere decir que esa plata se puede usar para otros fines. Al 5 de abril, frente a una inversión aprobada de 628 millones de soles (para la compra del satélite), hemos ahorrado S/781 millones por el hecho de que ya no compramos imágenes.
¿Son muy caras las imágenes satelitales?
Para que se dé una idea, por la imagen más cara, el Perú pagó 22,500 dólares. Ahora Conida tiene un catálogo de más de 120 mil imágenes –la cifra se va a actualizando todos los días–, que si las hubiéramos comprado, habríamos pagado más de S/370 millones. Entonces, tenemos un sistema que está funcionando, y que todos los días levanta imágenes del mundo.
¿Del Perú y del mundo?
Del 100% de imágenes, el 75% de las imágenes que captamos es del resto del mundo y la cuarta parte es de Perú, y con esa parte atendemos lo que originalmente estaba previsto: instituciones públicas nacionales. Tenemos el resto de nuestra capacidad para atender a otros países, porque ya nos vienen solicitando servicios para vender, para intercambiar, para hacer cooperación internacional. Pero con eso no le quitamos la capacidad de tomar al Perú.
¿Las imágenes que captura el satélite están saliendo bien, no afectan las nubes?
Dependiendo de las imágenes que tenemos, podemos tener imágenes de manera general que tienen 30% de nubes, algunas que tienen 50%, algunas que tienen 70% de nubes. Casi todas son útiles porque, salvo que tengan 100% de nubes, siempre hay algunos sectores libres. El trabajo consiste ahora en aprender a, usando la meteorología, predecir bien para tomar la mayor cantidad de imágenes sin nubes.
Hay una investigación en la Segunda Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios por la compra del satélite. ¿Cómo va?
Efectivamente, tengo conocimiento de que hay una investigación preparatoria en sede fiscal, y frente a eso la actitud de Conida es proporcionar toda la información que ha sido requerida, poner a disposición a los funcionarios públicos que siguen trabajando en Conida que están incluidos en esa investigación, recibir todas las consultas y de manera transparente dar toda la información disponible. De manera general estamos interesados en que esa investigación se resuelva para que todo quede claro, y mientras tanto nosotros hacemos nuestro trabajo.
En todo caso, ¿por qué tenemos un satélite que cuesta más que el de Chile, que fue fabricado por la misma empresa (Airbus)?
Si hablamos de países que cuentan con satélites de observación de la Tierra de tipo óptico, tenemos en la región a Canadá, Estados Unidos, Venezuela, Brasil, Chile y Perú. De estos, los que tienen un satélite de tipo submétrico –es decir, con mayor resolución– solamente son Estados Unidos y Perú. El segundo gran detalle que diferencia al peruano del chileno es el tiempo de vida útil, que en el caso del chileno es de 5 años, y en el nuestro 10 años. Ahí se da cuenta de que debería costar al menos el doble por el tiempo de vida, pero al mismo tiempo nuestro satélite es más potente que el de Chile, por la característica submétrica.
Aparte, dentro de la compra se incluyó la construcción del Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales (CNOIS), infraestructura que está en Pucusana, lo cual no es usual porque el satélite se compra de manera independiente, pero en este caso se hizo un solo proyecto y se compró todo al proveedor. Entonces, es una cosa mucho más compleja, porque siendo satélites pueden ser muy diferentes, haciendo un poco lo mismo.
EN EL PRIMER MUNDO ESPACIAL
¿A qué nivel estamos ahora, en comparación con otras agencias espaciales?
Ahora que tenemos el satélite, que tenemos que atender a muchísimas instituciones del Perú y que también ya estamos dando servicios al mundo, Conida se tiene que constituir en una institución pública de clase mundial. Para eso estamos implementando sistemas de gestión de calidad ISO 9001-2015, de satisfacción al cliente, que lo vamos a terminar en junio; ISO 27000 que lo hemos comenzado, para asegurar la información, porque tenemos muchos archivos digitales. También vamos a implementar el ISO 27001, que es para certificación anticorrupción, porque queremos evitar malos manejos, como el tráfico de imágenes.
¿Y qué servicios están dando al mundo?
Estamos trabajando con agencias espaciales del mundo: con Corea del Sur, estamos cerrando un acuerdo con Kazajstán, estamos trabajando con Brasil, con Bolivia, y con Argentina hay un trabajo muy fuerte. Esos países nos han buscado a nosotros porque saben lo que tenemos, quieren nuestros servicios. La semana pasada recibí a una compañía norteamericana que está implantada en Sillicon Valley y que quiere ser nuestro representante de venta de imágenes en el mundo. Estamos en el primer mundo espacial, de verdad.
Si tuviéramos que compararnos con un país, ¿con cuál sería?
En el rubro espacial, en cuanto a satélites de observación de la tierra de tipo óptico, estamos a nivel de Corea del Sur, que es un país de primer mundo súper tecnificado. Ellos tienen un satélite igual al nuestro, en total tienen cuatro, y a pesar de eso nos buscan para que le demos servicios, porque quieren tener más información.
¿En el futuro podríamos hacer nosotros nuestro propio satélite?
A finales de los 90, Conida quiso hacer un satélite propio, para solucionar el problema de pocas imágenes en el Perú y hacer todos los estudios que estamos haciendo ahora, pero no lo pudo hacer. La verdad es que, ahora que tenemos un satélite, nos hemos dado cuenta de que eso fue algo muy optimista, pero fuera de la realidad. Se necesitan muchos años de trabajo, de estudios, de experiencia, de pruebas. En Perú por ejemplo no fabricamos ni un auto, ni un avión. Entonces, querer fabricar un satélite era otra cosa.
Pero los aviones KT-1P de la Fuerza Aérea se hicieron en parte en el Perú, con transferencia tecnológica de Corea. Por eso se criticó el tema de Airbus y la transferencia tecnológica para el satélite, porque solo dieron una capacitación pudiendo hacer algo más.
Buen comentario, pero, digamos, sería como pretender que el Perú, de cero, pase a hacer un avión completo. Para el KT-1, el Perú no ha hecho un avión completo, ha coproducido junto con Corea; ellos nos dieron herramientas, conocimientos, y nosotros hemos hecho partes del avión. Con ese programa –que es el más avanzado que hemos tenido en el Perú para coproducir– solamente llegamos a producir 8% del avión, pero fue una súper experiencia. Pero el siguiente avión deberíamos hacerlo ya no al 8, quizá al 20%, y el siguiente al 50%. Hablamos de años de estudio, y eso que en aeronáutica tenemos casi 50 años de experiencia. En el espacio estamos recién en el año 2, y en el Perú no hay nadie que haya producido nada para un satélite. Yo también quisiera hacer un satélite propio, pero tenemos que hacer una senda de aprendizaje progresivo. Para el segundo satélite –el día que haya–, habría que aspirar a hacer aunque sea un 5%, un 10%, que ya sería un montón. Pero yo sí digo que el próximo ya tiene que tener un fuerte componente nuestro.
Algunos datos:
– “La operación del satélite está a cargo de profesionales peruanos al 100%. Acá trabajamos profesionales de todos los orígenes: hay gente de la Fuerza Aérea, de la Marina y del Ejército, en actividad y en retiro; pero también tenemos muchos especialistas civiles, por la naturaleza del trabajo que hacemos”.
– “El satélite puede tomar un límite de 300 imágenes por día. Nosotros tratamos de que siempre sean 300, para optimizar su uso, pero también atendemos pedidos especiales y cuando hay una programación no se llegan a cubrir las 300. La meteorología también afecta”.
– “Hemos cotizado las imágenes de nuestro satélite –según el precio del mercado internacional– a 8 dólares por km2 la imagen de archivo, y a 11 dólares por km2 la imagen que es a pedido. Si la imagen básica es de 210 km2, una imagen de Perú SAT le puede costar algo de US$2300. Si la vendiéramos, pero no estamos vendiendo todavía”.
Múltiples aplicaciones
Las imágenes satelitales del Perú SAT 1 han sido empleadas por diversas instituciones, para temas que van desde la lucha contra el narcotráfico y la minería ilegal (Policía Nacional, Fiscalía), el estudio de glaciares y volcanes (Autoridad Nacional del Agua, INGEMMET), hasta la detección de áreas para el cultivo de arándanos (Minagri).
