A las pocas horas de la toma de los rehenes en la Residencia del Embajador Japonés en el Perú, un grupo de militares fue convocado para evaluar el momento justo y cómo debían intervenir para salvarle la vida a quienes en ese momento estaban secuestrados por el MRTA. El general de división en retiro José Williams Zapata nos cuenta su experiencia como jefe de este operativo.
-General, a 21 años del exitoso operativo Chavín de Huántar que lideró, ¿Qué significa para usted y los comandos este logro militar?
Para nosotros, para mí y para la patrulla que intervino, significa un logro para la Nación. Un logro muy importante porque se rescató a los rehenes, a los 72, lamentablemente perdió la vida uno de ellos, y porque también contribuimos a la pacificación de la Nación.
-¿Cómo así?
Dimos un ejemplo al mundo de lo que es la política peruana, en relación al terrorismo, y evitamos que a futuro se puedan generar otros casos parecidos más lamentables. Si las cosas no salían bien o se cedía al terrorismo, es probable que Sendero o el mismo MRTA hubieran pedido algo más.
Solamente miremos lo que pasó en Ecuador hace poco [con el secuestro y asesinato de tres trabajadores de El Comercio de ese país], y ahora, entiendo por lo que he visto, que han secuestrado [disidentes de las FARC] a una pareja de esposos. Entonces, en ese sentido, fue un mensaje muy importante esta operación.
-¿Desde cuándo se inicia la organización de la Operación Chavín de Huántar?
Empezamos inmediatamente luego que los terroristas tomaron la Residencia del Embajador Japonés. Ellos capturaron la Residencia, nosotros al día siguiente, a las 5 de la mañana, ya estábamos reunidos en un batallón, era el Batallón XIX, organizándonos y preparándonos por si el Estado, el Gobierno, decidía que nosotros interviniéramos. Entonces, como teníamos y tenemos aún personas capacitadas para este fin, personas que están preparadas contra el terrorismo, que tienen experiencia de combate, comenzamos a trabajar por si nos necesitaban, y ese mismo día, cuando me acerco al Comando Conjunto, junto con el comandante general de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales, es que nos dan la misión de que estemos en condiciones de intervenir.
-Luego de recibir este encargo, ¿cómo se trabajó?
De ahí para adelante comenzamos a entrenar, a buscar información, inteligencia nos ayudó muchísimo, y era entrenar y entrenar, con la finalidad de que todo salga muy bien.
-¿En su entrenamiento y en la organización de toda la operación encontraron algunos baches?
Que haya algún grupo opuesto a nosotros, intentando sabotear o que nuestro objetivo no se cumpla, no, en absoluto. Tanto el Gobierno, el Estado en su conjunto, los que eran responsables, los medios de comunicación y la población, entendían y estaban en total desacuerdo con lo que estaba sucediendo [en la Residencia del Embajador Japonés]. Por lo tanto, nosotros estábamos respaldados por esa intención de todos de querer solucionar esto pacíficamente y, dadas las circunstancias, si corría riesgo la vida de los rehenes, pues era necesario hacer la operación de rescate.
-Entonces, ¿el apoyo fue total?
Sí, solo tuvimos un problema en el transcurso del entrenamiento, cuando se publicó la posibilidad de que se estarían haciendo los túneles en el interior [se refiera a la portada de La República del 7 de marzo de 1997 titulada “El túnel sí existe”]; entonces eso sí nos preocupó porque si los terroristas descubrían tal cosa, entonces hubiese sido todo un problema porque se habría tenido que replantear todo, y el tiempo es muy valioso, no se puede perder; y también los rehenes hubieran podido correr peligro. Gracias a Dios no pasó nada luego que se publicara eso.
-Ahora, luego de esta exitosa operación, ¿cómo tomó la acusación de que hubo ejecuciones extrajudiciales de los terroristas del MRTA?
Como comandos, que participamos en la operación, hasta luego que terminara el proceso judicial llevado en la Corte Interamericana de Justicia, y que respaldó la decisión de la Sala Nacional en el Perú, pues nosotros quedamos absueltos en el tema. Ahora, entiendo que hay investigaciones que se están haciendo hacia otras personas, y de alguna forma puede pensarse que podría afectarnos. Yo creo, y estoy convencido, de que no podría afectarnos porque conocemos lo que sucedió al interior de la Residencia. Sin embargo, no deja de preocupar que se siga en el tema, cuando se sabía que eran terroristas que imponiendo su voluntad querían cambiar el destino del país que estaba saliendo de una grave crisis.
-¿Sienten el respaldo, merecido por supuesto, de los peruanos?
No estamos en una situación como la que hubiéramos tenido si es que hubieran tenido éxito los terroristas; Dios sabe cómo hubiera sido esto. Creo que en ese sentido, la comunidad, de manera general, nos respalda; nos respalda esta entrevista, lo que se ve en los medios, las publicaciones del diario LA RAZÓN. Sentimos que estamos respaldados por lo más importante que es la población, y sentimos también que esto permite acercar más a los civiles con la Fuerza Armada.