Jimmy Carter, expresidente de Estados Unidos, falleció este domingo a los 100 años en su residencia de Plains, Georgia, según confirmó su hijo al diario The Washington Post.
Aunque su presidencia enfrentó múltiples desafíos, su labor como mediador internacional y defensor de los derechos humanos consolidó un legado trascendental.
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De una plantación de maní a la Casa Blanca
Carter nació y creció en una plantación de maní en el sur de Estados Unidos, un entorno marcado por tensiones raciales que moldearon su perspectiva desde joven. Su sueño de convertirse en oficial de la Marina lo llevó a estudiar ingeniería en el Instituto Tecnológico de Georgia y posteriormente ingresar a la Academia Naval de EE. UU. Sin embargo, tras la muerte de su padre, dejó atrás su carrera militar para asumir la gestión de la plantación familiar y adentrarse en la política local.
Su trayectoria política lo llevó a ser gobernador de Georgia y, en 1977, presidente de Estados Unidos. Durante su mandato, Carter destacó por su enfoque visionario en temas ambientales, advirtiendo tempranamente sobre los riesgos del uso excesivo de combustibles fósiles. Además, fue clave en la firma de los Acuerdos de Camp David, que sentaron las bases para la paz entre Egipto e Israel, y del Tratado del Canal de Panamá, que devolvió a Panamá el control de esta estratégica vía marítima.
Crisis que marcaron su mandato
No obstante, su administración también enfrentó momentos críticos que afectaron su popularidad. La toma de rehenes en la embajada de Estados Unidos en Irán en 1979, que se extendió por 444 días, y problemas económicos internos, como la inflación y el desempleo, fueron factores que contribuyeron a su derrota frente a Ronald Reagan en las elecciones de 1980.
Décadas de trabajo humanitario
Tras dejar la presidencia, Carter dedicó más de 40 años a la mediación de conflictos internacionales, la supervisión de elecciones y la promoción de derechos humanos a través del Centro Carter, organización que fundó con su esposa en 1982. Por su destacada labor humanitaria, recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Relación de Carter con el Perú
Jimmy Carter visitó Perú en varias ocasiones, destacando un viaje en 2009 en el que elogió al entonces presidente Alan García Pérez. Durante una reunión privada en Palacio de Gobierno, Carter manifestó su admiración por los logros de García.
“Estamos muy contentos y llenos de admiración por lo que el presidente García ha logrado como gobernante. Él se ha ganado la admiración de los líderes de mi país y la mía personalmente”, expresó Carter a los medios.
La visita no tuvo carácter oficial, ya que Carter asistió a un evento académico enfocado en el acceso a la información. Durante su estancia, también recorrió la exposición “Tumbas Reales del Señor de Sipán” en Palacio de Gobierno y dialogó sobre temas de interés común entre Perú y Estados Unidos, como democracia, derechos humanos y desarrollo sostenible.