El presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, criticó la distribución de las vacunas y dijo que será «el mayor reto operacional» de su futura gestión.
Joe Biden criticó este viernes la distribución de las vacunas contra la Covid-19 por parte del gobierno de Donald Trump, afirmando que es una «farsa». Asimismo, su próximo gobierno plantea la liberación de las dosis extra para acelerar el proceso de vacunación.
“Las vacunas nos dan esperanzas, pero su distribución ha sido una farsa”, manifestó Joe Biden a periodistas en su feudo de Wilmington, Delaware. Asimismo, el mandatario dijo que la distribución de las vacunas será «el mayor reto operacional que enfrentaremos jamás como una nación».
Más pronto, la cadena de CNN informó que el futuro gobierno de Biden planeaba distribuir las dosis disponibles de vacunas contra la Covid-19, en vez de retener la mitad para la segunda dosis de los ya vacunados.
«El presidente electo estima que debemos acelerar la distribución de las vacunas al mismo tiempo que seguimos garantizando que los estadounidenses que más la necesiten las obtengan lo más rápido posible.» dijo el portavoz del equipo de transición de Biden a CNN, TJ Ducklo.
«Está a favor de la distribución inmediata de las dosis disponibles y considera que el gobierno debe dejar de frenar el aprovisionamiento de las vacunas.», señaló el funcionario. Las vacunas autorizadas hasta el momento en Estados Unidos, Pfizer/BioNTech y la de Moderna, requieren de una segunda dosis dentro de tres o cuatro semanas.
El planteamiento de eliminar la obligación de la segunda dosis responde a que las autoridades quieren ampliar el alcance de las personas que podrán recibir la vacuna rápidamente.
No obstante, la agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos (FDA) y inmunólogo Anthony Fauci, se han opuesto. Debido a que retrasar la segunda dosis de la vacuna provocaría la reducción del nivel de protección individual.
Este eventual cambio en la política de vacunación en el gobierno de Biden es una teoría de momento. Además, el mayor problema en la campaña de vacunación estadounidense no es el abastecimiento de las vacunas, sino la distribución de las dosis.
Cabe señalar que el gobierno ha supervisado el envío de 21,4 millones de dosis, pero solo 5,9 millones de personas recibieron una primera inyección. Las 15,5 millones restantes están en hospitales y clínicas que no las han podido aplicar y no están separadas como una segunda dosis.