Por: Pablo Carranza
– ¿Qué opinión le merece la declaratoria de Estado de Emergencia en 11 distritos de Lima y Callao?
Desde mi punto de vista no es necesario, pero ya que se ha declarado el estado de emergencia, y debería aprovecharse para preparar un plan de acción que consolide lo que se quiere conseguir, que es la seguridad ciudadana. Para eso podrían considerar la revisión de vehículos de servicio público a los pasajeros, revisión no solamente de identidad, sino de qué cosa llevan que, con ellos, pues así se puede encontrar si tienen armas u otro tipo de reparto. Después hacer allanamientos a viviendas donde se sospeche que pueda haber algún delincuente. El trabajo en inteligencia tiene que ser bastante exigente para poder tener resultados y aprovechar la liberación que da el estado de emergencia en algunas zonas.
– ¿Usted cree que el ministro del Interior debería dar un paso al costado porque no están funcionando las cosas con él?
No es resultado cambiar de ministro. No mejora la cosa. Dejemos que termine su trabajo que ha empezado y veamos los resultados. Él mismo ha dicho que en 60 días debe estar controlando el tema. Esperemos para ver los resultados.
– Ahora ¿por qué ha avanzado tanto la criminalidad con la extorsión?
Bueno, las extorsiones es una criminalidad importada de Colombia y Venezuela. A raíz de que se abrió la puerta a la migración y vinieron acá con mayor violencia y con crímenes nuevos que acá no existía. Se ha comenzado a sufrir de ese problema. No es de ahora, viene ya de bastante tiempo atrás. De varios años atrás. Han ido avanzando poco a poco y las cosas se han dejado ahí en agua tibia. Pero tiene que lucharse con todo contra esta lacra de delincuentes que tenemos.
– ¿Con esta nueva ley de terrorismo urbano que se pretende discutir habran mejores resultados?
Es bueno tener una ley que precise a qué se le puede calificar terrorismo urbano, pero para ser claros, lo que deberíamos hacer es retirarnos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para poder aplicar el artículo de la Constitución que permite llegar hasta la pena de muerte en ciertos casos de terrorismo. Esa sería una forma más radical de combatir esto.
– ¿De qué otra manera el Congreso puede apoyar al Ministerio del Interior y a la Policía en esta lucha?
Este es un tema de responsabilidad directa del Ejecutivo. El Ejecutivo tiene todas las herramientas a su alcance para hacer lo que necesita hacer para controlar la inseguridad ciudadana. El Congreso no tiene nada que ver en el tema. Nosotros generamos legislación a futuro, no inmediata, pensando en temas más grandes, en temas mayores que se puedan arreglar. Eso va a funcionar, pero no tiene nada que ver con la acción inmediata que debe tomar el Ejecutivo para controlar la inseguridad ciudadana.
– ¿Cómo se puede mejorar los filtros para la migración extranjera?
Claro, hubo un mal control desde el inicio. Ahora, bueno, tiene que haber un mejor filtro en la frontera. En vez de investigar los papeles extraños, en vez de si no tienen esta ejecución judicial o policial de su país. Para darles servicio bueno o no, para ingresar. Pero hay que ser más exigentes en los controles y acá, internamente, a los que ya están, una verificación de papeles para ver quiénes son los que están transitando son delincuentes.
– ¿Cree usted que está bien que salgan las Fuerzas Armadas a las calles?
Ya han dado la orden para que salgan, pero, en realidad, desde mi punto de vista, es una pérdida de tiempo. Acá se necesita trabajo de inteligencia. El enemigo no es un batallón de soldados de fuerzas enemigas que van a salir con otro batallón de ejército combativo. Es una persona, un delincuente que está viviendo en la misma calle que puede vivir algún miembro de la Fuerza Armada o en cualquier sitio, porque pueden estar donde quieran estar. No están identificados por uniformes, ni por nombres, ni por marcas, nada. Entonces, este es un trabajo neto de inteligencia. Teniendo el trabajo de inteligencia bien hecho, se va a tener una forma de poder capturarlos. Con las Fuerzas Armadas, simplemente se va a dar presencia en la calle, pero no vamos a lograr disminuir los crímenes.
– ¿La pena muerte ayudaría en estas circunstancias?
Lo que le he dicho, o sea, retirarnos de la Corte para poder aplicar la pena de muerte. No nos retiramos de la Corte, eso no lo vamos a poder aplicar. Lo he venido diciendo hace ya más de dos años, casi tres años que lo vengo diciendo. El retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos pone una serie de trabas al desarrollo de la justicia en el Perú. Por ejemplo, nos ha hecho pagar indemnizaciones a terroristas. O sea, no nos trae ningún beneficio, todos han sido problemas. Quieren inmiscuirse en los problemas internos, en la política de todos los días. Se meten en las sanciones que se ponen cuando los sancionados son terroristas o delincuentes de esas naturalezas. No nos hace ningún bien continuar ahí. Deberíamos retirarnos. Y eso lo he presentado en un proyecto de ley al Congreso hace un año, un poco más. Para dar los mecanismos a seguir para el retiro, pero el Congreso lo ha modificado y no lo ha aprobado como lo presenté.
