En el Estrecho de Magallanes padre e hijo navegaban tranquilamente antes del inesperado ataque del mamífero.
Un joven venezolano de 24 años vivió una experiencia que parece sacada de una película cuando una ballena lo tragó y luego lo expulsó mientras practicaba kayak en el Estrecho de Magallanes, Chile.
Adrián Simancas y su padre navegaban tranquilamente por la bahía cuando el gigante marino emergió de repente mientras se alimentaba de peces.
El impactante momento quedó registrado en video desde el kayak del padre, quien mantuvo la calma pese al peligro.
Lee también
MTC acelera obras en rutas de acceso al Aeropuerto Jorge Chávez
En las imágenes, se observa claramente cómo la ballena abre su enorme boca y engulle a Adrián junto a su kayak, para luego expulsarlo segundos después.
El joven, aunque visiblemente afectado por la experiencia, no sufrió heridas graves y logró mantenerse a flote.
Tras el susto, Adrián relató que, a pesar de lo ocurrido, él y su padre continuarán practicando kayak, aunque con mayor precaución y respeto hacia estos majestuosos animales.
Este tipo de ballenas, conocidas como ballenas jorobadas, suelen alimentarse de pequeños peces y plancton, filtrando grandes cantidades de agua.
Aunque no son agresivas, su tamaño y fuerza las convierten en un riesgo potencial para quienes se acercan demasiado.
Expertos recomiendan mantener una distancia segura para evitar situaciones como esta, que, aunque rara, puede ocurrir en zonas donde estos cetáceos se alimentan.
El video del suceso se ha viralizado rápidamente, generando asombro y admiración por la serenidad de ambos kayakistas. Adrián aseguró que la experiencia no lo alejará del mar, pero sí lo hará más consciente de los riesgos.
Este incidente sirve como recordatorio de la impredecible naturaleza de la vida silvestre y la importancia de respetar el hábitat de estas criaturas.
El Estrecho de Magallanes, conocido por su belleza y biodiversidad, es un destino popular para actividades como el kayak.
Sin embargo, este evento inusual ha puesto en alerta a los amantes de los deportes acuáticos, quienes ahora tendrán un motivo adicional para navegar con precaución en aguas habitadas por ballenas.
