Por primera vez un título nacional logra obtener un premio en el IGF.
El juego peruano con más reconocimientos a nivel internacional, Arrog, acaba de sumar un nuevo éxito: el premio de la audiencia en el Independent Games Festival (IGF), el evento mundial más importante para los juegos independientes, también conocido como los ‘Oscar de los videojuegos’.
Arrog, con presencia en todas las plataformas, estuvo también nominado en la categoría Mejor Arte Visual. Esta fue la primera vez que un título nacional obtiene un premio en el IGF.
Además de este reconocimiento mundial en la industria de los juegos independientes, Hermanos Magia y Leap Game Studio -las empresas peruanas detrás de este exitoso juego- recibirán un premio de 2,000 dólares.
Mateo Alayza, director y productor general del videojuego peruano, explicó a la agencia Andina que Arrog superó las primeras etapas de este concurso internacional, en el que compitieron más de 500 juegos, y que fueron evaluados por más de 300 jurados expertos en diversas ramas de la industria.
Por otro lado, Sol Sánchez y Diego Rodríguez, desarrolladores de Arrog, compartieron en Twitter un agradecimiento público a todos los aficionados a los videojuegos que disfrutaron y votaron por este título nacional.
Las votaciones para el premio de la audiencia cerraron a fines de mayo pasado.
Anteriormente, Arrog ha participado con éxito en certámenes en España, Japón, Suiza, México y recientemente en Brasil, acumulando más de siete premios. Además, se espera que pueda lograr un espacio en los concursos más importantes en Argentina y Corea.
¿De qué trata?
Este juego 2D de género point & clic es una enigmática aventura gráfica en blanco y negro con toques de color, que utiliza un lenguaje visual próximo a lo poético para hablar de la muerte y lo que la rodea a este fenómeno. La naturaleza poética y sensible de Arrog es la clave para comprender que este proyecto busca crear para su interlocutor una experiencia contemplativa. Lo lúdico es más que una forma de entretenimiento y en ese sentido toca temas fundamentales detrás de su narrativa central.
«Es una breve historia contada, a manera de metáfora, sobre un cazador que tiene que morir y por qué eso es importante», precisa Alayza. La música, creada para cada momento clave en el juego, le da voz a la trama sobre la muerte, lo que permite romper el estereotipo de ser un tema negativo.
Andina
