Fue conducida a la cárcel tras pasar la noche en la carceleta del INPE. Alberto Fujimori se pronuncia: “Por intereses quieren verla fuera de carrera política”.
Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, fue recluida ayer en el penal Anexo de Mujeres de Chorrillos donde deberá cumplir la orden de 15 meses de prisión preventiva dictada en su contra, en el marco de las investigaciones por el caso Odebrecht.
A bordo de una ambulancia, la excandidata presidencial abandonó la carceleta del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y regresó a la cárcel que dejó en noviembre último, tras la decisión de Tribunal Constitucional de declarar fundado el hábeas corpus para su excarcelación.
De acuerdo a la decisión del juez Víctor Zúñiga Urday, titular del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria, Fujimori Higuchi deberá cumplir con la medida de restricción hasta el 27 de abril del 2021.
Antes de su traslado, la lideresa de Fuerza Popular recibió la visita de su abogada, Giulliana Loza, y de la excongresista Milagros Salazar. Al llegar al penal, fue recibida por un pequeño grupo de simpatizantes fujimoristas, quienes cantaban arengas en contra de su encarcelación.
MANIOBRA
El expresidente Alberto Fujimori expresó su rechazo a la prisión preventiva de 15 meses dictada en contra de su hija.
A través de una carta, el expresidente manifestó que “existe una obsesión política contra la familia Fujimori” y consideró que su hija se encuentra en la cárcel debido a que “hay muchos intereses que quieren verla fuera de carrera”.
En otra parte de la misiva, Alberto Fujimori considera como “absurdo” el hecho de que su hija no tenga una casa propia y este hecho sea considerado como “riesgo de fuga del país”.