Por: Phillip Butters
Pese a estar las antípodas del pensamiento político, Nadine Heredia y Keiko Fujimori parece que tienen vidas muy similares. Para comenzar cumplen años el mismo día, ambas son mujeres bastante jóvenes. Nadine Heredia logró ser presidenta; hasta donde se ha podido saber mientras que Keiko Fujimori ha fracasado dos veces. El hecho es que las dos tienen hijos chicos y probablemente esta sea la última navidad que pasen con ellos.
Y por qué soy tan dramático ante esta novela triste de: “Dos mujeres, un camino”, pues la situación es la siguiente. El día 26 de este mes, al día siguiente de la Navidad, el juez Zuñiga Urday va a tener en sus manos el destino de Keiko, pues han vuelto a pedir Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez un pedido de prisión preventiva nuevo. ¿Y por qué hechos nuevos?
Bueno, resulta que Yoshiyama Sasaki ha confirmado que Keiko Fujimori recibió dinero de muchos hombres del club de la Construcción. Pero además Barata ha confirmado que le dio U$ 1 millón de dólares a Yoshiyama para la campaña de Keiko pero además Antonio Camayo ha vuelto a afirmar en sede judicial que la señora “K” era Keiko Fujimori. Y de esas tres imputaciones, acaso esta es la más grave; porque si Keiko se reunió con el juez Hinostroza Pariachi, fue para obstaculizar la justicia, según la tesis fiscal, cosa que confirmaría una situación complicadísima para Keiko.
Reitero que no aparece el peligro de fuga como el tercer elemento concatenante para la prisión preventiva de Keiko pero hay que ser muy claro que la cancha está realmente muy inclinada para ella. Y por qué el mismo camino lo podría tener la otra mujer llamada Nadine Heredia, pues bien. Jorge Barata ha ratificado que le dio U$ 3 millones de dólares a ellos, tanto Ollanta Humala como a Nadine en su casa y en la mano.
Pero además ha ratificado también que Nadine Heredia incurrió en un delito de usurpación de funciones, cuando ella despachaba en Palacio de Gobierno junto con Ollanta Humala que según lo que cuenta Barata, despacharon junto con Odebrecht y éste era medio “brutito” porque no entendía mucho, pero en esas reuniones estaban Eleodoro Mayorga, ministro de Energía y Minas, Miguel Castillo, Ministro de Economía y Finanzas y René Cornejo, muy conocido lobista que en su momento era presidente del Consejo de Ministros.
Y de que trataban estas reuniones de té y que no eran de tías, pues del Gasoducto del Sur, donde según versión de Barata, Nadine Heredia inclinaba la balanza para que gane Odebrecht, e inclusive a regañadientes aceptaron la inclusión en esta sociedad maldita para el Perú de Graña y Montero en presencia inclusive de Joselin Gaña Miro Quesada, el dueño de canal N para mayores señas. Entonces, qué cosa implica que no solamente financiaron su campaña, sino que se cobraron esos favores estando de presidente Ollanta Humala, “el que no entendía muy bien las cosas”, entre Barata.
Y Nadine Heredia impulsaba y hacía del Gobierno lo que se le daba la gana como si fuera su casa. Pese a que el DESPACHO DE LA PRIMERA DAMA, es simplemente una invención digna para la prensa, pues la Primera Dama no despacha nada y mucho menos cuestiones que tienen que ver cuestiones que tienen con contratos de amplísima complejidad. Recordemos que Nadine Heredia en esas épocas era una chica que nunca había trabajado y que los pocos trabajos que se les conocían eran trabajos falsos, fabricados para su gusto y medida por Belaunde Lossio que, dicho sea de paso, va salir horas en muy pocas horas.
La situación de Keiko y la situación de Nadine es gravísima porque ambas pueden verse involucradas en procesos de prisión preliminar en muy poco tiempo. Una situación tristísima para sus niñas que son bastante jóvenes, algunas de ellas en etapa escolar y dramática para el país, porque yo también considero que Nadine Heredia no tiene peligro de fuga, pero anda hazle entender eso al juez Zuñiga Urday ni mucho menos a José Domingo Pérez o a Rafael Vela Barba que en este momento con la portada de LA RAZÓN deben estar más que felices, porque me queda muy claro que estas dos señoras van a tener un destino común. Y parece que van a ver la vida a través de barrotes de una cárcel
