Durante un desfile, la voz de Kim Jong se quebró al mencionar «sus lágrimas de gratitud» hacia la población.
Durante un fastuoso desfile en el que el régimen mostró en Pyongyang sus impresionantes misiles intercontinentales, Kim Jong se quebró ligeramente al mencionar «sus lágrimas de gratitud» hacia la población. Por ello, el líder norcoreano agradeció al pueblo y al ejército por su lealtad y les deseó salud, en este contexto de pandemia.
Incluso, el régimen tomó medidas drásticas para protegerse, cerrando sus fronteras desde enero. Esta decisión agravó el impacto en la población de las sanciones internacionales para obligar al país a renunciar a sus programas militares prohibidos. También, Kim pidió disculpas a los que quizás había decepcionado. «Nuestro pueblo decidió acordarme plena confianza, tan alta como el cielo, tan profunda como el mar, pero no he estado a la altura», expreso.
Además, la presidencia de Corea del Sur dijo haber recibido una carta del Norte en la que Kim Jong «lamentaba profundamente» la muerte de un surcoreano en sus aguas territoriales. Por consiguiente, el dirigente se comprometió a ser mejor. «Prometo solemnemente de nuevo, aquí, mostrarme digno de la confianza del pueblo, sin falla, incluso si mi cuerpo tiene que ser desgarrado en pedazos», agregó.
Por último, Andrei Lankov manifestó que el líder norcoreano mostró cierta sinceridad, pero «la supervivencia del régimen siempre será para él más importante que la de los pobres campesinos de remotas provincias». Asimismo, la exanalista señalo que Kim podría «utilizar las lágrimas para compensar sus fracasos con respecto a su pueblo».