Actriz estadounidense desmitifica a leyenda estadounidense en polémica denuncia
El legendario deportista negó inicialmente haber sostenido relaciones sexuales con la denunciante, y ante las pruebas de ADN terminó admitiéndole, pero nunca fue condenado porque ambos llegaron a un acuerdo económico. La actriz Evan Rachel Wood fue blanco de críticas por llamar a Kobe Bryant “violador” pocas horas después de su muerte, y fue acusada de llevar el movimiento #MeToo demasiado lejos. “Fue un héroe deportivo. También fue un violador”, expresó la protagonista de Westworld el domingo momentos después de que se supo la noticia de la muerte de la leyenda del baloncesto en un accidente de helicóptero junto a su hija de 13 años, Gianna, y otras siete personas.
El tuit de Wood provocó indignación instantánea, y muchos señalaron que la leyenda de la NBA de 41 años nunca fue procesado en relación con las acusaciones de agresión sexual hechas contra él en 2003 por una empleada, de 19 años, de un hotel de Colorado.
«Lo que ha sucedido es trágico. Estoy desconsolada por la familia de Kobe. Él era un héroe deportivo. También fue un violador. Y todas estas verdades pueden existir simultáneamente«, fue el polémico mensaje de Evan Rachel Wood
Evan Rachel Wood intentó calmar las críticas entre sus millones de seguidores, pidiendo “amabilidad y respeto a todos”. “Amados, esto no fue una condena o una celebración. Fue un recordatorio de que todos tendrán sentimientos diferentes y hay espacio para que todos nos aflijamos juntos en lugar de pelear “, escribió, diciendo que ”todos han perdido».
En junio de 2003, una joven de 19 años se presentó ante las autoridades policiales para hacer una grave denuncia: Kobe Bryant la había violado.
Lo primero que hizo “Black Mamba” -como apodaban al ex basquetbolista- al ser notificado de la acusación fue negar el hecho de haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante. Tiempo después, cuando le informaron que había pruebas de ADN que comprobaban el contacto, admitió el hecho, aunque aseguró que este “fue consensuado”.
Cuando el caso se hizo público, Bryant pagó una fianza de 25 mil dólares para regresar a Los Ángeles y brindó una conferencia de prensa para dar su versión de los hechos. Lo hizo junto a sus abogados y a su esposa Vanessa Laine, quien hace pocos meses había dado a luz a la primera hija de la pareja, Natalia.
“No la forcé a hacer nada en contra de su voluntad, soy inocente”, aseguró en aquel encuentro ante los medios que se desarrolló en el Staples Center, la casa de los Lakers. “Estoy furioso conmigo mismo por haber cometido el error del adulterio”, agregó, dejando en claro que lo que realmente le dolía era haber roto el compromiso con su esposa.
La acusación que había hecho la joven empleada del hotel era contundente. Según su relato, Bryant la besó al entrar a la habitación y ella accedió. Luego, él intentó mantener relaciones sexuales y ella se negó e intentó irse, pero Kobe no la dejó. Comenzó a tocarla y, ante la negativa de la mujer, la tomó del cuello. Mediante el uso de la fuerza, la penetró. Aún cuando ella gritó que no en reiteradas ocasiones e intentó zafarse, él la sujetó de la nuca y del cuello.
Lo que siguió en los meses siguientes fue una catarata de acusaciones contra la víctima y de difusión de comentarios sobre su vida personal que se convirtieron en titulares de los medios de comunicación.
En septiembre de 2004, la Justicia desestimó el juicio contra Bryant debido a que la joven no tenía voluntad de testificar. El asedio que había recibido parecía haber dado sus frutos. El basquetbolista emitió un comunicado en el que no solo se disculpó con la denunciante y con su familia, sino que admitió que ella no brindó su consentimiento.
“Aunque realmente creo que este encuentro entre nosotros fue consensuado, ahora reconozco que ella no vio y no ve este incidente de la misma manera que yo. Después de meses de revisar el descubrimiento, escuchar a su abogado e incluso su testimonio en persona, ahora entiendo cómo siente que no dio su consentimiento para este encuentro”, confesó en el escrito.
El caso civil continuó, pero se dio por cerrado en el 2005, luego de que Bryant y la denunciante llegaran a un acuerdo económico. Aunque este nunca trascendió oficialmente, se estima que el deportista pagó 2,5 millones de dólares a su acusadora en concepto de daños.
Este caso fue recordado por la periodista Felicia Sonmez, que trabaja en el Washington Post, y que compartió un artículo en el que se dan detalles del proceso. Su mensaje se viralizó y cientos de usuarios comenzaron a atacarla, considerando que no era atinado hablar de ese tema cuando recién habían pasado la tragedia que terminó con la vida de Kobe, su hija Gianna y otras siete personas. En una serie de tuits que luego borró, la reportera destacó que más de diez mil personas le enviaron comentarios y hasta correos electrónicos con amenazas de abuso y de muerte.