La batalla de Liam Payne con la salud mental y el alcoholismo

A lo largo de su carrera, habló abiertamente sobre los problemas que enfrentó, desde el trastorno bipolar hasta su lucha con el alcohol.

por | Oct 17, 2024 | Espectáculos

A lo largo de su carrera, habló abiertamente sobre los problemas que enfrentó, desde el trastorno bipolar hasta su lucha con el alcohol.

El miércoles pasado, el mundo despertó con la triste noticia del fallecimiento de Liam Payne, exintegrante de la exitosa banda One Direction, quien murió tras una caída desde el tercer piso de un hotel en el barrio de Palermo. El cantante británico, de 31 años, había mantenido una intensa batalla con sus problemas de salud, tanto físicos como mentales, a lo largo de su vida, lucha que finalmente lo llevó a este trágico desenlace.

Payne, quien alcanzó la fama global en 2010 con One Direction, nunca ocultó las presiones y dificultades que trajo consigo su meteórico ascenso en la industria musical. Nacido con problemas renales, su salud siempre fue un tema delicado, pero con los años, fue su bienestar emocional lo que comenzó a deteriorarse. La ansiedad, la agorafobia y el trastorno bipolar marcaron su vida, llevándolo a buscar refugio en el alcohol durante sus años de mayor éxito con la banda.

En varias entrevistas, Payne confesó que la fama, lejos de ser un sueño, lo hizo sentir prisionero. «Parecía que lo teníamos todo, pero vivíamos encerrados en habitaciones de hotel», comentó en una ocasión, haciendo referencia a los años de giras mundiales con One Direction. En esa soledad, el alcohol se convirtió en un escape. «El minibar fue mi única compañía», admitió.

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El punto de quiebre llegó en 2016, tras la separación temporal del grupo. Payne cayó en una profunda depresión, llegando a pensar en quitarse la vida. Aunque logró recuperarse parcialmente, en 2017 fue diagnosticado con trastorno bipolar, lo que complicó aún más su lucha interna. «Era como si estuviera viviendo una doble vida», señaló en una entrevista, describiendo la presión de estar en el escenario mientras enfrentaba episodios maníacos y depresivos.

En los últimos años, Payne intentó reconstruir su vida. En 2023, había ingresado a rehabilitación para lidiar con su adicción y estabilizar su salud mental. Sin embargo, las recaídas fueron constantes, y una grave infección renal en septiembre de ese año obligó a cancelar su gira por Sudamérica.

La vida de Liam Payne, marcada por los altibajos de la fama y las batallas personales, sirve como un recordatorio de los peligros ocultos detrás del brillo del estrellato. Su legado no solo queda en la música que creó, sino en su lucha pública por visibilizar los desafíos de la salud mental.


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