La demanda de criptomoneda ha crecido mucho a lo largo de los años. Hoy en día y cada vez más, dados los grandes avances tecnológicos, se vuelve una forma de intercambio que muchos usan y prefieren. En Latinoamérica, su popularidad está en alza. Las criptomonedas más conocidas y usuales en el continente son Bitcoin, Ethereum, y Ripple.
Por otro lado, Binance, una de las plataformas más famosas de intercambio de criptomonedas, ha añadido recientemente algunas monedas fíat de los siguientes países: Colombia, Kenia, Perú, Corea del Sur y Kazajistán. Este nuevo servicio permitirá que los usuarios puedan comprar criptomonedas para cualquier transacción a través de tarjetas de débito tanto en pesos colombianos como en chelín keniano y el nuevo sol de Perú, entre otros. La plataforma utiliza un servicio que protege los fondos de los usuarios y, además, las tarifas de transacción son nulas.
El incremento de las criptomonedas en Latinoamérica se debe, por lo general, a la facilidad de las operaciones. Hay plataformas que permiten hacer depósitos en una variedad de países, gracias al sistema de la cadena de bloques (más conocido como blockchain, en inglés). Además, los procesos migratorios, que incluyen por ejemplo a países como Venezuela, dentro de la región esconden en muchas ocasiones historias particulares entre amigos y familiares que se envían depósitos, de manera inmediata y con total comodidad.
Entre estos países que hemos mencionado, se encuentra Perú. Este país ha desarrollado un mercado donde la criptomoneda funciona relativamente bien. Como en otros países de la región, siguiendo a Brasil y a Argentina, la adopción de las criptomonedas es un hecho que está en constante aumento. Si bien es conocida la volatilidad de las criptomonedas, por su oferta y demanda, estas se han convertido en una alternativa viable en países como estos, los cuales sufren de una inflación acelerada. En 2019, la inflación en Argentina aumentó un 53.8 %, mientras que Brasil registró el aumento más significativo de los últimos 13 años.
El problema principal de Perú en cuanto a la adopción de las criptomonedas es que tiene una larga historia de negocios y conflictos enfrentados con las leyes y las regulaciones impuestas por el gobierno. Por esa razón, cuando se crean herramientas que pueden ser utilizadas para desarrollar el consumo o el ahorro, también pueden contribuir a una causa negativa. El gobierno peruano está al tanto de esta situación. Al querer erradicar conflictos de esta índole, ha tomado medidas que también fijen regulaciones claras sobre el uso de las criptomonedas. Su objetivo principal es evitar que los fondos vengan de negocios ilícitos.
Dicho esto, no ha duda de que es preciso regular, en parte, cada una de las actividades en línea que impliquen el intercambio de criptomonedas, ya que los Estados dependen del dinero del país para la construcción de caminos, agua potable, inversión en salud, educación pública, programas de incentivo a Pymes, y mucho más.