España, con la juventud como bandera, reta a la Francia de Griezmann, Mbappé y Benzema en la final de la Nations League
Hay momentos en la vida, y el fútbol no es otra cosa que una forma de vida, en que una decisión lo cambia todo. Quién sabe si España no está ante uno de ellos, esa cita que aguarda esta noche en San Siro con el título de campeón de la Nations League como el bien más preciado. Francia es el rival y eso añade brillo al compromiso. Se trata de la vigente campeona del mundo, de un cóctel de estrellas con Griezmann, Benzema y Mbappé como envidiable tridente ofensivo, de un equipo capaz de remontar un 0-2 ante Bélgica como quien da la vuelta a un calcetín.
La España de Luis Enrique simboliza la regeneración y la apuesta por un juego colectivo sin estrellas, pero con mucha hambre. La Roja ganó su último título internacional en 2012 con la Eurocopa conquistada en Kiev.Desde entonces han sido nueve años de enormes decepciones. Los Mundiales de Brasil y Rusia fueron un palo, así como la Eurocopa de Francia en 2016. Luis Rubiales inició su andadura como presidente de la Federación poco antes de la Copa del Mundo del 2018 y una de sus primera decisiones fue decantarse por Lucho.
Ilusión le sobra a él y a quienes comparten sueño en ese equipo que modela Luis Enrique. «Llegar a una final y conquistar un título con la Selección es una experiencia que la mayoría desconocemos. Volver a recuperar esos aires de victoria sería muy positivo para todos», reconoce el asturiano. Esos aires nos devuelven a 2008, a 2010, a ese 2012 que supone nuestro último gran éxito, el trofeo que cerró una trilogía que convirtió a nuestro fútbol en la envidia del planeta. A ese prado verde y feliz quiere volver España. Francia mediante.