Ciberdelincuentes usan inteligencia artificial para reducir drásticamente el tiempo de exfiltración y forzar extorsiones en operaciones empresariales.
El Informe Global de Respuesta a Incidentes 2025, de Unit 42, revela que la IA aceleró ciberataques, causando paradas operativas y pérdidas financieras en el 86% de incidentes.
El reporte, basado en datos de 38 países, muestra que los ciberdelincuentes priorizan el sabotaje para presionar a organizaciones a pagar extorsiones rápidamente.
La velocidad de estos ataques ha alcanzado niveles sin precedentes, con exfiltración de datos en menos de cinco horas en el 25% de los incidentes.
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En uno de cada cinco casos, el robo de datos ocurrió en menos de una hora, triplicando la velocidad comparada con 2021.
El 70% de los incidentes involucraron a atacantes que explotaron tres o más superficies de ataque, forzando a equipos de seguridad a proteger múltiples frentes.
El phishing resurgió como punto de entrada en el 23% de todos los accesos iniciales, tras las vulnerabilidades prevalecer el año anterior.
Los ataques dirigidos a entornos en la nube aumentaron, involucrando casi el 29% de los incidentes y causando daños operativos en el 21% de los casos.
La inteligencia artificial acelera el ciclo de vida de los ataques, permitiendo campañas de phishing más convincentes y automatizando el desarrollo de malware.
En un experimento controlado, Unit 42 descubrió que los ataques asistidos por IA reducen el tiempo de exfiltración a solo 25 minutos.
Esta aceleración amenaza a las empresas, ya que los ataques resultan cada vez más difíciles de detectar y detener, obligando a una defensa integral.
Los expertos advierten que las empresas deben invertir en nuevas tecnologías de seguridad, ya que los métodos basados en IA transforman radicalmente la ciberamenaza actual.
La rápida evolución de los ataques cibernéticos exige respuestas ágiles y coordinadas entre equipos de seguridad, tecnología y liderazgo empresarial en todo el mundo.
Ante este panorama, las organizaciones deben implementar estrategias de defensa proactivas que integren inteligencia artificial para mitigar riesgos y salvaguardar sus operaciones críticas.