La importancia de las funciones ejecutivas y su impacto en el aprendizaje

por | Oct 16, 2024 | Educación

En las escuelas, universidades y otros entornos académicos, los problemas de aprendizaje suelen estar estrechamente relacionados con el funcionamiento de las funciones ejecutivas. Estas habilidades cognitivas son esenciales para realizar tareas complejas, organizar el tiempo, controlar los impulsos y gestionar la atención.

“Cuando estas funciones no están bien desarrolladas o presentan dificultades, los estudiantes pueden enfrentar diversos obstáculos en su aprendizaje y desempeño académico”, explicó la Lic. en Psicología, Mg. Julia Roxana Calderón, durante su participación en el programa Cayetanamente, de Cayetano+,  conducido por la doctora Dany Araujo.

Pero, ¿qué son las funciones ejecutivas?. La Mg. Calderón, especialista en problemas de aprendizaje, señala que se trata de procesos mentales complejos, un conjunto de habilidades que permiten a las personas funcionar, adaptarse y desarrollarse con el fin de alcanzar objetivos y cumplir con demandas del entorno de manera eficiente.

Estas funciones comienzan a desarrollarse desde una edad temprana, incluso en el nivel inicial (preescolar). Durante los primeros años de vida, los niños construyen las bases de estas capacidades a través de interacciones con el entorno, experiencias de juego y aprendizaje guiado. El desarrollo de las funciones ejecutivas es crucial para un progreso académico óptimo y para la adaptación a las demandas escolares en niveles superiores.

En este proceso de aprendizaje, la especialista destacó la importancia de la participación de los padres, ya que el desarrollo de algunas habilidades comienza en el hogar y luego se extrapola al entorno escolar. “La idea es que los padres trabajen en conjunto con los docentes desde el nivel inicial para que sus hijos puedan desarrollar algunos hábitos relacionados con la planificación y tareas cotidianas en casa, lo que ayudará a que el proceso de aprendizaje en el aula sea mejor y más efectivo”.

Funciones ejecutivas

Principales funciones ejecutivas y su impacto en el aprendizaje:

  • Inhibición: La capacidad de controlar impulsos y conductas inapropiadas, lo que ayuda a los estudiantes a evitar distracciones y centrarse en las tareas académicas. Esta habilidad favorece la concentración durante el estudio y en clase, evitando interrupciones constantes.
  • Memoria de trabajo: Habilidad para retener y manipular información durante periodos cortos de tiempo, lo cual permite recodar instrucciones, conectar conceptos previamente aprendidos y comprender información compleja.
  • Control emocional: Capacidad para gestionar y regular las emociones, especialmente en situaciones estresantes, como exámenes o el cumplimiento de objetivos académicos.
  • Flexibilidad cognitiva: Habilidad para adaptarse a nuevas situaciones, cambiar de estrategia o perspectiva. Esto ayuda a enfrentar cambios en las instrucciones, resolver problemas de manera creativa y adaptarse a nuevos retos acadé
  • Planificación y organización: Capacidad para establecer pasos hacia un objetivo y organizar recursos o tiempo de manera eficiente. Esto mejora la habilidad para completar proyectos largos, organizar horarios de estudio y cumplir con fechas límite.
  • Monitorización: Capacidad de evaluar el propio progreso y ajustarse según sea necesario.

Recomendaciones para mejorar las funciones ejecutivas en el contexto educativo

Si un estudiante presenta dificultades en sus funciones ejecutivas, es importante comunicarlo. “Esto podría solucionarse si la persona se comunicara, puede ser con los padres -en caso se tratase de niños o jóvenes- o también en el colegio o universidad con las personas que tengan mayor confianza, más empatía. Que busquen ayuda. El hecho de ser escuchado ya es una ayuda”, recomendó la especialista.

  • Intervenciones educativas especializadas: Es importante que las instituciones educativas ofrezcan apoyo a estudiantes con dificultades en sus funciones ejecutivas. Programas que se enfoquen en mejorar la planificación, organización y control de impulsos pueden ser muy efectivos.
  • Técnicas de estudio estructuradas: Enseñar a los estudiantes a dividir grandes tareas en pasos más pequeños, utilizar listas de verificación y establecer horarios de estudio ayuda a mejorar sus habilidades organizativas y de planificación. Además, fomentar el trabajo en equipo permite intercambio de ideas y aprendizajes.
  • Ambientes de aprendizaje flexibles: La flexibilidad en los métodos de enseñanza, como el uso de estrategias pedagógicas diversas (visual, auditiva, kinestésica), puede beneficiar a aquellos estudiantes que tienen dificultades con la flexibilidad cognitiva.
  • Apoyo psicopedagógico: El acceso a un psicopedagogo o tutor que trabaje de manera cercana con los estudiantes para desarrollar estrategias específicas puede ser clave. Un seguimiento individualizado permite adaptar las intervenciones a las necesidades particulares de cada estudiante.

El adecuado funcionamiento de las funciones ejecutivas es fundamental para un aprendizaje efectivo. Cuando los estudiantes tienen dificultades en estas áreas, es probable que experimenten problemas de aprendizaje que afecten su rendimiento académico. Sin embargo, con intervenciones y estrategias adecuadas, es posible mitigar estos efectos y proporcionar a los estudiantes las herramientas necesarias para superar los desafíos y mejorar su desempeño académico.

Las instituciones educativas, desde las escuelas hasta las universidades, juegan un papel crucial en el desarrollo de estas habilidades, apoyando a los estudiantes para que alcancen su máximo potencial.


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