¿Cómo enfrentó durante su gestión como ministro del Interior la minería ilegal?
Bueno, el desorden siempre ha sido el Norte en el caso de la minería ilegal. Existen algunos intereses de algunas personas que están en política y que presuntamente podrían estar solventados para sus campañas políticas por la minería ilegal, que hacen que permitan que se siga actuando de esta manera. Yo, en el poco tiempo que he estado hice, efectivamente, labores relacionadas para impedir especialmente en la zona de Madre de Dios, de que se depreden los bosques. Ha habido personal destacado en esa zona, una zona bastante crítica y con muchos problemas logísticos, en fin. Pero la Policía, como siempre, trata de cumplir en la medida de sus posibilidades con combatir este tipo de actividad que es la minería ilegal. Eso es lo que le puedo decir respecto a lo que fue mi gestión. Pero todo sigue igual, sigue lo mismo. No ha variado mucho y al contrario ha avanzado como el tema de Pataz, ahora hay mafias con los venezolanos, o sea, eso se incrementó enormemente. Ojalá, pues, con la suspensión de garantías y los militares en la zona de Pataz puedan hacer alguna labor positiva.
Los especialistas siempre mencionan que esta problemática es un tema multisectorial, ¿por qué?
Es una actividad ilegal que produce, pues, réditos económicos, evidentemente. No se meten a la minería ilegal las personas que han formalizado, todo lo contrario. Son gente que está al margen de la ley, que sabe muy bien que son ilegales, que están fuera de lo que es formal y totalmente, con toda impunidad, siguen estas actividades que como rinden frutos económicos, traen otro tipo de delincuencia. O sea, gente que asalta, prostitución, trata de personas, contrabando y de todas las necesidades que se presenten como licor y drogas.
La minería ilegal estaría ocupando 25 millones de hectáreas de bosques a nivel nacional, ¿por qué el Estado peruano ha fracasado en su lucha contra esta práctica delictiva?
Bueno, ese es un cálculo que hacen algunos entendidos en el tema. Lo que pasa es que hay un desinterés por el Estado, si la seguridad ciudadana no es prioridad para el Estado actualmente, ¿qué será con el tema de la minería ilegal? Queda, pues, en cuarto, quinto plano. En el primer plano es el tema que vivimos en las ciudades, el crimen violento que es sicariato, secuestros, asalto, gota a gota, explosiones, trata de personas. Todos esos delitos que se hacen, que se realizan en Perú con gran violencia, no son controlados por la policía, mucho menos, pues, van a ser combatidos los que se dedican a la minería ilegal.