ONU toma decisión trascendental
En una decisión histórica y controvertida, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha respaldado abrumadoramente la solicitud de Palestina para reconsiderar su integración como estado de pleno derecho, desafiando al Consejo de Seguridad y generando una fuerte reacción por parte del embajador de Israel, quien incluso llegó a romper la carta de la ONU en el estrado antes de la votación.
Con una mayoría contundente de 143 países a favor, la resolución ha sido copatrocinada por naciones como España, Irlanda, Noruega y Bélgica, entre otros. Sin embargo, solo nueve países, incluidos Estados Unidos, Israel, Argentina, Hungría y la República Checa, se opusieron, mientras que 25 se abstuvieron.
La resolución otorga a Palestina nuevas competencias que van más allá de su actual estatus de «estado observador no miembro», aunque especifica que no tendrá derecho a voto ni podrá presentarse como candidata a los organismos de la ONU. Esto marca un paso significativo hacia el reconocimiento internacional de Palestina como estado soberano.
El texto aprobado declara que Palestina cumple con los requisitos para ser miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas y recomienda al Consejo de Seguridad reconsiderar su solicitud de membresía. Esta decisión plantea un desafío directo al Consejo, que ya rechazó previamente la pertenencia plena de Palestina con el único voto en contra de Estados Unidos.
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Sin embargo, la situación actual deja en el aire el futuro de la candidatura palestina, con un calendario incierto y sin claridad sobre cuándo se volverá a abordar el asunto en el Consejo de Seguridad. Esta ambigüedad refleja las tensiones diplomáticas y las presiones ejercidas por diversas partes interesadas en el proceso.
La diferencia en el número de votos a favor en comparación con la solicitud anterior de Palestina como Estado Observador en 2012 es notable, pero también revela las tensiones y discrepancias dentro de la comunidad internacional respecto a este tema delicado.
La presión ejercida por Estados Unidos y otras partes interesadas ha llevado a una revisión y rebaja de la resolución original, que inicialmente incluía el derecho de voto de Palestina. Esta modificación se ha interpretado como un intento de evitar conflictos y mantener la cohesión dentro de la ONU.