Más de 40 futbolistas brasileños jugaban en equipos como el Shakhtar Donetsk y otros.
Los futbolistas brasileños que cumplían en Ucrania el sueño de jugar profesionalmente en Europa en Ucrania, regresan poco a poco a su tierra natal después de un día ajetreado y un viaje con escalas en diferentes países. La invasión rusa de Ucrania el 24 también los sorprendió. Reaccionaron rápidamente y se encontraron en un hotel en Kiev. Un vídeo en el que decenas de jugadores, sus esposas e hijos acuden a las autoridades, compatriotas y todos los demás en busca de ayuda para salir ilesos de allí, ha hecho que la guerra parezca descabellada y extraña en principio. pueblo brasileño. Unos 40 futbolistas brasileños viven del fútbol ucraniano, 31 de ellos en la máxima categoría.
Abandonan su país de adopción lo antes posible mientras el mundo del deporte elimina a Rusia de la Copa del Mundo, los Juegos Paralímpicos de Qatar y una larga lista de competiciones multideportivas en Europa. Mekon, el centrocampista de 24 años del Shakhtar Donetsk, fue el primer jugador en aterrizar en Brasil. Los últimos días han sido para él “una mezcla de sentimientos, de terror, de miedo Luego una sensación de alivio, de gratitud por poder salir todos y todos bien”, dijo el martes.
Explicó a los medios locales poco después de bajarse en el Aeropuerto Internacional de São Paulo. Maycon lleva cuatro años jugando al fútbol en Ucrania, donde vive con su mujer y su hijo. Al igual que los millones de ucranianos y extranjeros que trabajan aquí, los extensos combates ordenados por Vladimir Putin continuaron hasta la noche, obligándolo a abandonar la mayor parte de su ropa y suspender su carrera.
El FC Donetsk es la sede favorita de los jugadores brasileños de un país europeo, ocupan el puesto 13. Son el equipo más exitoso de Europa este siglo y una víctima del país. Tuvo que abandonar su sede en la provincia separatista de Donetsk debido a la guerra civil que precedió a la invasión hace ocho años.
Otros diez clubes de la liga ucraniana tienen al menos un jugador de origen brasileño que son importantes exportadores de talento futbolístico. Un caso cada vez más complicado es el del delantero Moraes, de 34 años, que tiene la doble ciudadanía brasileña y ucraniana. Nacionalizado en 2019, jugó en la selección a la que llegó hace diez años. La orden por la que el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, prohibió salir del país a los varones de entre 18 y 60 años hizo pensar que no podría abandonar el país y podría ser incluso llamado a combatir a los rusos, pero finalmente logró cruzar la frontera y tras un periplo se encuentra en París.
