Una mujer ingirió 22 cápsulas de droga con el fin de introducirlas al penal; los Rayos X revelaron que tenía la sustancia en su cuerpo
Una mujer delincuente fue descubierta al intentar introducir droga en el penal de Chiclayo, escondiéndola dentro de su propio cuerpo.
Liseth del Rocío Seminario Mostacero es la mujer que ingirió cápsulas de pasta básica de cocaína con el objetivo de arrojarlas y entregarlas a un preso durante su visita al penal exPicsi.
Al llegar a la entrada del penal, un perro antidrogas de la Policía Nacional detectó que la mujer llevaba sustancias prohibidas.
Por lo tanto, los agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y de la Policía Nacional la llevaron de inmediato al cubículo N° 03 para una revisión corporal, donde su nerviosismo corroboró las sospechas.
Como no encontraron nada en sus pertenencias, decidieron llevarla al tópico del penal para un examen de Rayos X, que confirmó la presencia de objetos extraños en su cuerpo.
Por ello, la mujer fue trasladada a un centro médico para recibir atención especializada, donde se confirmó que había expulsado 22 cápsulas con sustancias prohibidas.
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Posteriormente, los agentes policiales informaron el resultado a las autoridades del Ministerio Público, quienes acudieron al lugar para llevar a cabo las diligencias pertinentes.
Por otro lado, el personal del INPE y la Policía Nacional, en colaboración con el Ministerio Público, llevaron a cabo un nuevo gran operativo en el penal de Chiclayo, en línea con la política institucional de Cárceles Seguras.
Intervinieron en el pabellón 2 del Régimen Cerrado Ordinario y encontraron en el patio un total de 80 envoltorios tipo ketes hechos de papel bond, que contenían restos de una planta verde con olor y características similares a la Cannabis Sativa, es decir, marihuana.
Participaron el jefe de seguridad, el alcaide del grupo 2, los supervisores y la fiscal de prevención, Candita Llempen.
Tráfico de drogas en el Perú
La lucha contra el narcotráfico y la producción de drogas, particularmente la cocaína, es un desafío en Latinoamérica. Esta actividad ilegal ha aumentado en un 20 % según un informe reciente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El informe emitido por la UNODC, en 2022 se registró una cifra récord de producción de cocaína alcanzando las 2,757 toneladas, teniendo un aumento del 20% respecto al año anterior. Además, el cultivo mundial de arbusto de coca también aumentó un 12% entre 2021 y 2022, llegando a las 355,000 hectáreas.