Se trata del mayor ataque desde 2006
Mientras millones de israelíes celebran la fiesta de Pesaj junto a sus seres queridos, más de 40 cohetes fueron disparados en las últimas horas desde El Líbano y Gaza hacia Israel, amenazando la vida de millones de civiles inocentes.
Israel afirmó que hará lo que sea necesario para defender a sus ciudadanos del terrorismo. El canciller Eli Cohen hizo un llamado a la comunidad internacional a condenar los ataques contra Israel.
La cifra de misiles lanzados desde El Líbano supone un récord desde 2006.
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Según las primeras evaluaciones citadas por la emisora pública Kan, al menos cinco cayeron en territorio israelí, y provocaron un herido y daños materiales. El resto fueron derribados por el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro.
El gabinete de seguridad del gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunió para evaluar lo sucedido.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, expresó su preocupación “por las escenas que se están produciendo en Jerusalén”.
“Nuestro punto de vista es que es absolutamente vital que se preserve la santidad de los lugares sagrados. Hacemos hincapié en la importancia de mantener el statu quo en los lugares santos de Jerusalén y cualquier acción unilateral que ponga en peligro el statu quo es inaceptable para nosotros. Hacemos un llamamiento a la moderación, la coordinación y la calma durante las fiestas”, indicó.
“Nuestro compromiso con la seguridad de Israel es férreo. Reconocemos el legítimo derecho de Israel a defenderse contra toda forma de agresión. Condenamos el lanzamiento de cohetes desde Líbano y Gaza… y reconocemos el legítimo derecho de Israel a defenderse contra toda forma de agresión”, añadió Patel.
El Ejército israelí respondió a las primeras rondas de cohetes con bombardeos sobre objetivos del grupo terrorista Hamás, que gobierna de facto en la Franja.