¡La IA ha conquistado el mundo! Ahora tenemos que usarla o quedarnos obsoletos para el futuro.
No lo digo al estilo de “Terminator” o “Soldado Universal”. La IA no nos ha dominado de esa manera. ¡Todavía!
Lo digo porque, con la rapidez con la que la gente está adoptando la IA en su flujo de trabajo, trabajar sin ella será pronto algo anticuado e ineficiente.
Personas de todo el mundo visitan ChatGPT 393 millones de veces al mes, según su CEO, Sam Altman.
Y eso es solo desde el sitio web de ChatGPT. También se accede de muchas otras maneras, como a través de API y otras aplicaciones.
OpenAI ha integrado ChatGPT en WhatsApp recientemente. Ahora también recibirá visitantes de los 2 mil millones de usuarios de WhatsApp.
La mayoría de las personas utiliza la IA con fines de creación de contenido. ¡Yo lo hago! Junto con otro 40% de escritores en todo el mundo.
IA para la redacción de contenido
Miles de nuevos usuarios empiezan a utilizar la IA cada día, especialmente con fines de redacción de contenido. Esto se debe a la versatilidad y rapidez que la IA aporta al proceso de escritura. Las herramientas de IA generativa como ChatGPT, Gemini y Claude imitan cualquier estilo y formato de escritura.
Pero seamos honestos: por mucho que ayude la IA, no tiene el alma de un escritor humano. Por eso, el contenido que genera se siente seco, repetitivo y, siendo sinceros, robótico.
Esa es la única razón por la que Google ya no da buenas clasificaciones en los SERP al contenido generado por IA. Google incluso está eliminando cuentas que no cumplen con sus normativas.
La demanda básica de Google es tener E.E.A.T. (experiencia, experiencia, autoridad y confiabilidad) en el contenido.
No creo que los algoritmos puedan escribir algo con estas cualidades. Es trabajo de un ser humano.
Las cinco mejores formas de humanizar contenido generado por IA
Así que ahora tenemos dos desafíos. Tenemos que usar la IA para mantenernos relevantes en el mercado moderno y escribir contenido que cumpla con las políticas de Google.
La mejor forma es escribir contenido con una herramienta de IA generativa y luego humanizarlo. Eso es exactamente lo que hago. El proceso no es tan simple como parece. Requiere algo de esfuerzo.
Te daré mis cinco mejores formas de hacerlo fácilmente.
1. Corrige el contenido generado por IA y edítalo como un crítico
Cualquier herramienta de IA generativa que uses cometerá errores. Incluso algunas herramientas altamente sofisticadas como ChatGPT a veces hacen un desastre. Por eso OpenAI escribió esto en el sitio web de ChatGPT.
¡Lo he visto! Desde datos incorrectos hasta frases incómodas, la IA necesita que un humano refine su salida. Tómate el tiempo para editar tu contenido en busca de precisión, fluidez y claridad.
Una mejor manera es usar el detector de IA en cada pieza de contenido que obtengas de la IA y ver qué líneas son robóticas. Luego cambia esas líneas tú mismo o con la ayuda de otra herramienta de IA.
2. Usa un lenguaje cargado de emociones para editar contenido de IA
La IA no es buena expresando emociones; es más “informativa” que “inspiradora”. Pero nosotros los humanos nos conectamos a través de las emociones, ¿verdad? Así que añade frases que evoquen sentimientos en tus lectores.
Por ejemplo, en lugar de escribir: “Esta herramienta mejora tu flujo de trabajo”, di: “Esta herramienta puede transformar tu flujo de trabajo, haciendo que tu día sea menos estresante y más productivo”.
Palabras que conectan emocionalmente crean un impacto más fuerte en tu audiencia.
3. Varía las estructuras de las oraciones en la salida de IA
La IA produce contenido con un único ritmo: una oración corta, una oración larga y repite. ¡Necesitas romper con este patrón!
Escribe en tonos diferentes. Usa estructuras de oraciones distintas y añade variedad usando preguntas retóricas, exclamaciones o incluso énfasis.
Por ejemplo:
- “¿No sería increíble ahorrar horas de trabajo todos los días?”
- “¿Esta herramienta? ¡Un cambio total de juego!”
Estas técnicas hacen que tu escritura se sienta viva. Usar un humanizador de IA lo hace bastante fácilmente. Estas herramientas tienen múltiples tonos para reescribir contenido. Elige uno de ellos y obtén contenido libre de IA.
4. Incluye ejemplos del mundo real en el contenido
La IA siempre escribe contenido genérico. A menos que la guíes. Así que, primero, intenta guiar a tu herramienta de IA generativa para que incluya ejemplos relevantes del mundo real en el contenido. Luego añade algunos más tú mismo mientras editas.
Por ejemplo, si estás escribiendo sobre consejos de SEO, comparte una historia personal: “Cuando actualicé las etiquetas meta de mi sitio web, ¡mi tráfico se duplicó en un mes!”
Ejemplos como estos hacen que tu contenido sea más creíble y confiable, tal como Google lo exige.
5. Agrega tus toques personales al resultado final
¿Recuerdas la parte de experiencia del E.E.A.T. de Google? Significa que tienes que explicar tu punto de vista en el contenido. La IA es una herramienta; no puede tener un punto de vista personal. Eso es algo que solo los humanos hacen, y Google lo busca.
Inyecta tus pensamientos, experiencias y tono único en el contenido.
Por ejemplo, no escribas una introducción como: “Aquí tienes algunos consejos para mejorar tu escritura”. En su lugar, usa: “Cuando comencé a escribir, me costaba encontrar mi voz; estos consejos me ayudaron, y espero que también te ayuden a ti”.
La última versión es más humana que la anterior. Suena como si un humano estuviera hablando. A los lectores les gusta eso.
Conclusión
¡La IA es fantástica! Acelera la creación de contenido, proporciona estructura y puede imitar cualquier estilo de escritura.
Pero al final del día, es solo una herramienta. Tienes que darle vida, emoción y autenticidad al contenido.
No solo escribimos para cumplir con los estándares de Google; también queremos conectar con nuestra audiencia. Tus lectores deben sentir que una persona real les está hablando. Confiarán más en ti. Se involucrarán con tu contenido, y volverán por más.
Así que la próxima vez que escribas algo con IA, no te detengas en el resultado bruto. Humanízalo, hazlo tuyo, y observa cómo responde tu audiencia.
