Para los científicos es algo desconcertante, pues en lo profundo de estas estructuras mayas se encuentra un alto porcentaje de mercurio.
El día de hoy, un equipo de científicos descubrió mercurio enterrado en las profundidades de los suelos y sedimentos de las antiguas ciudades de la civilización maya, lo que pudo ser un peligro para la salud de su población.
Es claro que en el Periodo Clásico (de 250 a 1100), civilizaciones como en Chunchumil (México); Marco Gonzales y Actuncan (Belice); La Corona, Tikal, Petén Itzá, Piedras Negras y Cancuén (Guatemala); Palmarejo (Honduras) y Cerén (El Salvador), el nivel de este químico era alto.
Su día a día con el mercurio
Los científicos pudieron determinar que los antiguos mayas utilizaban con frecuencia pinturas y polvos que contenían cinabrio para la decoración, un mercurio que podría haberse filtrado de los patios, las zonas del suelo, las paredes y en sus cerámicas. «Para los mayas, los objetos podían contener ch’ulel, o ‘fuerza del alma’, que residía en la sangre. Por ello, el pigmento rojo brillante del cinabrio era una sustancia inestimable y sagrada”, explicó otros de los autores Nicholas Dunning, de la Universidad de Cincinnati (EE.UU).
Uso venenoso
Al ser un químico tan contaminante tanto para el ambiente y para los seres humanos, se presume que los antiguos mayas pudieron sufrir de diversos males como daño en el sistema nervioso, fallo crónico en los riñones, hígado y también en los sentidos de la vista y el gusto. Además, puede que muchos de sus ciudadanos presentaran problemas en su salud mental.