Tan solo unas horas después de gritar a los cuatro vientos su postulación a la Presidencia de la República del Perú, Laura Bozzo cambió de opinión e informó que no aceptará la invitación de un partido político al ver el alto nivel de corrupción en el país.
“Al ver la corrupción que existe en el Perú y luego de la experiencia de tres años de arresto injusto y un juicio fabricado en mi contra, he decidido por el momento no aceptar la invitación para la candidatura”, comentó la abogada a través de su cuenta de Twitter, recordando así el arresto domiciliario que cumplió en 2002, por sus presuntos vínculos con el exasesor de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos.